Rodado en el desierto marroquí y sobre un espejo de 400 m2 como única escenografía, donde sólo se reflejan el cielo y los bailarines Benjamin Millepied y su compañera Virginie Caussin, el film L’Envol representa una metáfora poética del vuelo, en la que los participantes evolucionan entre cielo y cielo con una confianza absoluta, abandonándose totalmente al placer del viaje. Este film encarna la promesa de Air France de hacer del cielo el mejor lugar de la tierra y nutre los valores positivos de la cultura francesa distintivos de la compañía: el refinamiento, la elegancia y el arte de vivir. Al elegir la danza, Air France resalta también la cultura de la excelencia y de la exigencia, a través de un lenguaje universal que convoca a las emociones y que la compañía utiliza para invitar a cada uno a viajar. Como lo señala Angelin Preljocaj, “este film es una historia de viaje, de confianza. Estos valores se traducen por Air France para evocar las calidades que le son propias: la confianza, la quietud”.
Para completar este film institucional, se desarrolló una campaña publicitaria gráfica compuesta de siete imágenes, realizadas por la fotógrafa Karen Collins. Cada imagen valora la oferta de la compañía a través de un beneficio clave para los viajeros: el servicio, la calidad del sueño, el espacio a bordo, la gastronomía o la extensa red de destinos. Cada visual evoca sistemáticamente la forma de un avión y sugiere que, con Air France, los momentos vividos en el aire pueden ser tan agradables como en tierra, siempre fiel a la promesa de hacer del cielo el mejor lugar de la tierra, y comunicando así el compromiso de Air France de ofrecer a todos, en todas las clases, un servicio de calidad y un viaje confortable.