En el despacho de Mariano Recalde, presidente de Aerolíneas Argentinas desde el 10 de julio de 2009, hay retratos de la presidente Cristina Kirchner y de Néstor Kirchner. Debajo de un cuadro con la imagen de Eva Perón, descansa un plano de los nuevos hangares en Ezeiza. “Era un desastre ese lugar, no se podía caminar y los aviones ni siquiera entraban. Cambió todo. Sin lugar a dudas que hay una nueva Aerolíneas Argentinas”, contó.
Abogado, egresado de la UBA y ex presidente del centro de estudiantes del Colegio Nacional Buenos Aires, Recalde trazó una radiografía de la actualidad de la empresa aérea.
"El proceso de transformación, de modernización, de actualización y de crecimiento lo cumplimos en el tiempo que prácticamente habíamos proyectado. Nos faltan objetivos; ahora viene el núcleo más duro”, adelantó.
La “nueva” empresa a la que alude Recalde refiere a que desde la sanción de la ley de rescate en febrero de 2009 a la fecha, la gestión estatal encaró en su plan de inversión la modernización de la flota de aviones incorporando 20 Embraer, 14 Boeing 737 700 y 1 Airbus. Espera más aeronaves para 2012 y la consolidación de sistemas informáticos.
Por ejemplo, Recalde detalló un dato sobre la falta de administración del control de las operaciones. El ejecutivo explicó que ahora hay un software de control SAP nuevo, además de sistemas operativos y comerciales.
"Un dato quiero decirle: cuando llegamos no había posnet… nuestros empleados debían pasar las tarjetas con cupones", recordó. Las ventas por internet se sextuplicaron.
Las metas a alcanzar el próximo año fueron "tocadas" por la suba del petróleo, lo que encareció el combustible para las aeronaves y Aerolíneas Argentinas deberá pagar u$s180 millones más de lo presupuestado. Este punto y las emisiones de cenizas volcánicas en el sur afectaron las proyecciones de ingresos por venta de pasajes.
De todas maneras, el objetivo de llegar a 7 millones de pasajeros sigue en curso, lo que mejoraría un millón con relación a 2010.
La gestión de Recalde inaugurará con la Presidente hangares en Aeroparque en semanas y ya se están planeando otros más modernos y amplios en Ezeiza. “Un Jumbo no entra... las cosas estaban tiradas”, recuerda el funcionario sobre el lugar actual.
El centro de instrucción de pilotos cuenta con dos simuladores contratados y está en curso una licitación para un tercero.
“Tuvimos no con poco esfuerzo económico del Estado estos logros, capacitaciones y seguimos con las transformaciones. Salimos del concurso preventivo”, se entusiasma Recalde. Y pone sobre la mesa la filosofía de su primer día de trabajo: sanear la empresa, que funcione de manera eficiente manteniendo las fuentes de trabajos y, si es posible, que sea rentable.
“Esta transición es la más dura, es el momento más difícil. Estamos haciendo todo el esfuerzo de invertir y aún no tenemos el beneficio que estamos haciendo”, admite Recalde.
En la estrategia para Aerolíneas está el fortalecimiento de los vuelos de cabotaje, donde los tres corredores federales son epicentro del negocio. Por ejemplo, Córdoba va a terminar convirtiéndose en un centro distribuidor conectando el centro con el sur del país y el norte cuyano.
Y hay que contar los dos vuelos diarios a San Juan como el primer corredor federal que hace Buenos Aires-Iguazú y conecta con Salta, y lo completa la ruta Salta-Mendoza para llegar a Bariloche-Calafate.
Recalde proyecta en segundo lugar más vuelos a países de Latinoamérica y luego los internacionales. Estos últimos se vieron con avances a partir del ingreso de Aerolíneas a SkyTeam, la segunda alianza mundial de líneas aéreas que comparten beneficios y ventas de pasajes.
El 11 de marzo de este año significó el retorno de AA a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), la organización mundial de donde la empresa estuvo fuera por 10 años. “Es como tener a la selección argentina y no estar afiliado a la FIFA”, grafica Recalde.
“Hay una empresa nueva. Desde la incorporación de aviones a menú para celíacos. Quedan cosas por hacer…sí…pero hicimos mucho”, reflexiona el ejecutivo, que pide terminar la entrevista porque lo espera la firma de un nuevo convenio de código compartido, esta vez con Air France KLM.

Fuen