La firma, que dice ser la aerolínea comercial más antigua de Norteamérica, basó su solicitud en un alza en los costos de la energía y la pandemia de gripe A H1N1 que atacó a México el año pasado y que hundió la venta de boletos de avión. Sin embargo, directivos de la aerolínea han alegado que los contratos colectivos de sus pilotos y sobrecargos, que califican de onerosos, están en el centro de los problemas de Mexicana. "CMA (Compañía Mexicana de Aviación) continuará operando normalmente (...) No habrá afectación alguna a pasajeros, vuelos e itinerarios", dijo la compañía en un comunicado.
La firma, controlada por Grupo Mexicana y que presentó sus solicitudes de protección el lunes, enumeró activos por entre 500 millones de dólares y 1,000 millones de dólares, y pasivos por 1,000 millones de dólares. "De acuerdo a la legislación mexicana, el Concurso Mercantil tiene por objeto preservar la operación de la empresa y garantizar al público consumidor que el servicio no sea interrumpido y continúe en su beneficio", agregó la compañía. Mexicana dijo el lunes que requería bajar sus costos laborales en medio de una crítica situación financiera. La aerolínea había propuesto a sus sindicatos de pilotos y sobrecargos una reestructuración que incluía fuertes ajustes a la plantilla laboral, salarios, rutas e itinerarios.
También ofreció la opción de venderles la endeudada empresa en 1 peso, con varios activos pero sin la marca Mexicana. Los sindicatos, que firmaron desde el 2006 acuerdos con la compañía para reducir costos, rechazaron las propuestas. Mexicana vuela a 50 ciudades en México, Centro y Sudamérica, el Caribe y Europa y compite con Aeroméxico -la otra gran aerolínea del país donde participa Citigroup- y las operadoras de bajo costo Interjet y Volaris, de reciente creación y con costos menos elevados.