En Argentina, la estructura del mercado hotelero se asemeja a la media de los destinos europeos. Los hoteles de 3 estrellas representan el 69 % de la oferta disponible; los de 4 estrellas, el 27 %, mientras que los de 5 representan cerca del 4 %

Pese al variado catálogo de opciones, el Índice de Satisfacción Hotelera realizado por la consultora Mabrian demuestra que en las categorías de alojamientos disponibles en el país, Argentina recibe entre 61 y 66 puntos sobre los 100 posibles. 

Frente a esta realidad, se demuestra que hay áreas por mejorar en todas las categorías hoteleras, ya sea en instalaciones, oferta gastronómica o lúdica e incluso en calidad de servicio. 

En el análisis, la oferta hotelera en la demanda europea y estadounidense de la categoría 5 estrellas se encuentran por debajo de la puntuación de las gamas medias, por lo que es posible vislumbrar un escenario de desequilibrio en las expectativas de los mercados emisores con estándares exigentes en las categorías altas. 

Los datos muestran que los viajeros de los mercados emisores analizados están muy satisfechos con los hoteles de 3 y 4 estrellas en Chile, Argentina, Ecuador y Perú.

Para aumentar este índice, la consultora expresa que es necesario trabajar a nivel táctico en la satisfacción de los visitantes con la experiencia hotelera. Esto sería posible a través de la inversión, la actualización y la reconversión de la planta hotelera nacional, adaptándose a las necesidades en cada destino. 

En esa línea, Mensajero dialogó con el CEO y Cofundador de Invertur Realty, Ramiro Além, quien destacó que estamos ante “una ventana de oportunidad” para invertir en hoteles. No solamente por lo que representa la el crecimiento de la demanda, sino por el poco desarrollo de la oferta que se ha tenido durante estos años y la necesidad de hacer un upgrade de la oferta hotelera para realmente estar a las expectativas del nuevo consumidor pospandemia que viene más exigente. 

En cuanto a la conveniente entrada de los inversionistas al mercado, Além declara que tomar esta decisión no depende de la cantidad de estrellas que tenga el alojamiento, sino del análisis de rentabilidad que tiene la locación, el destino.

Para ejemplificar, el CEO de Invertur propone analizar las propuestas de Iguazú, donde hay hoteles 3 estrellas y 4 estrellas superior. Allí se realiza el estudio del mercado y se identifica la necesidad del destino en materia de alojamiento, planteando un concepto adecuado a su ubicación. Si se instala un alojamiento 5 estrellas de lujo, probablemente no tendría el rendimiento necesario para el inversor porque no estaría bien perfilada la construcción del producto para ese mercado. 

Além asegura que para poder construir un producto con éxito, se tiene que estar bien conceptualizado, identificando de manera adecuada la demanda y captando las necesidades insatisfechas que hay en el destino que se ubican. 

Otro ejemplo podría ser Comodoro Rivadavia, por los negocios relacionados con la industria del petróleo, la ciudad necesita satisfacer las necesidades de un perfil orientado al segmento corporativo. Hacia esa infraestructura se debería apuntar a la hora de invertir en la ciudad para que ese producto sea rentable tanto para el inversor como para el destino y se sostenga en el tiempo.