En el mes de Noviembre, antes de la construcción del Metrobús en la ciudad de Buenos Aires, la Avenida 9 de Julio solía lucir unos hermosos ejemplares de Jacarandá que, entrada la primavera, teñían de azul violáceo la avenida más ancha del mundo.

Esos árboles ya no están pero, de todos modos, pueden verse enormes, viejos y hermosos ejemplares por toda la ciudad de Buenos Aires.
Originarios de la zona central de Sudamérica, se han adaptado sin problemas a climas templados como el de la provincia de Buenos Aires.
Las variadas especies pueden alcanzar desde los 2 a los 30 metros de altura, de los cuales el fuste representa unos dos tercios. Éste llega a los 70 cm de diámetro, de forma recta y estilizada. La copa es poco densa y se asemeja a un cono invertido. En su especie Jacaranda mimosifolia es caducifolio en clima templado al llegar la primavera, como otras especies tropicales.
Jacarandá es un nombre de origen tupí que significa "fragante".

Canción del Jacarandá

Al este y al oeste
llueve y lloverá
una flor y otra flor celeste
del jacarandá.

La vieja está en la cueva
pero ya saldrá
para ver que bonito nieva
del jacarandá.

Se ríen las ardillas,
ja jajá jajá,
porque el viento le hace cosquillas
al jacarandá.

El cielo en la vereda
dibujando está
con espuma y papel de seda
del jacarandá.

El viento como un brujo
vino por acá.
Con su cola barrió el dibujo
del jacarandá.

Si pasa por la escuela,
los chicos, quizá,
se pondrán una escarapela
del jacarandá.

María Elena W