Miles de personas asistieron este sábado a un original concierto callejero con 60 campanas distribuidas en once tradicionales edificios del centro histórico de la capital argentina, constató un periodista de la AFP.
El concierto con 35 músicos campaneros bajo la dirección del español Llorenc Barber se desarrolló durante 50 minutos en forma coordinada desde los campanarios de algunos de los más antiguos y conocidos edificios de Buenos Aires.
En un radio de cinco calles a la redonda a partir de la tradicional Plaza de Mayo, frente a la Casa Rosada (gobierno), sonaron las campanas del Cabildo de Buenos Aires, de varias iglesias, de la Casa de la Cultura de Buenos Aires, de la sede del Parlamento capitalino y otros edificios públicos.
"Lo interesante son los campanarios hablando, como cuando no había tanto ruido. Las campanas eran una forma de comunicarse", dijo el secretario de Cultura de Buenos Aires, Hernán Lombardi.
Muchos de los asistentes, incluidos turistas extranjeros, atendieron el consejo de los organizadores de desplazarse de sitio en sitio a medida que se desarrollaba el concierto.
"El mejor sitio para seguir el concierto es caminar y seguir la intuición", aconsejó Barber al comenzar el concierto, que culminó con un espectáculo de fuegos artificiales.