Más de 50 mil personas en total durante las tres jornadas, un centenar de expositores por sobre la cifra registrada el año pasado, que ocuparon casi toda la superficie del predio que la alberga y más de 90 grupos y solistas sobre el escenario, son una muestra elocuente del éxito alcanzado por la XXXI edición de la Fiesta Nacional de la Empanada que este fin de semana, convirtió a Famaillá en la capital provincial del turismo tucumano.
Desde el viernes y hasta el domingo el movimiento en la ciudad fue incesante. Además de los miles de tucumanos que pasaron por el lugar, hubo delegaciones de todo el país y de muchos puntos distantes más allá de las fronteras de la Argentina, que no quisieron perderse el afamado encuentro que combina, en un solo ambiente, lo mejor de la gastronomía regional y las más variadas expresiones artísticas encarnadas en diversos géneros musicales.
El intendente de Famaillá Enrique Orellana, aseguró que los resultados que arrojó esta nueva edición del festival colmaron totalmente las expectativas con que se abocaron a la preparación del evento, que desde el principio contó con la colaboración y el auspicio del Ente Tucumán Turismo. Esto fue destacado por el funcionario como una de las claves del éxito, ya que les permitió acceder a una campaña de promoción que los llevó a presentar la Fiesta en Buenos Aires y en los principales centros de emisión turística del interior del país.
Orellana, quien reveló las cifras que demuestran el crecimiento de la celebración, remarcó además el desarrollo del municipio que deriva directamente de esto, vinculado siempre a la actividad turística. Y enumeró los emprendimientos hoteleros y las inversiones permanentes que desde los sectores público y privado, se hacen para apuntalar el crecimiento de la ciudad en ese sentido.
El momento culminante de la Fiesta llegó a media tarde del domingo, cuando los jueces del festival, tras un arduo proceso de selección que tuvo como contrapartida el deleite de sus paladares, procedieron a la coronación de la nueva Campeona Nacional de la Empanada. Esta vez el premio fue para doña María Elena Contreras de Arce, una famaillense de 55 años quien con su depurado arte culinario, sedujo a los encargados de la selección, basada en la elaboración de 30 empanadas que fueron evaluadas desde su preparación hasta la forma en que se presentaron para ser degustadas. La nueva dueña del título se dedica desde hace varios años a la actividad culinaria, pero recién en esta edición de la Fiesta se decidió a participar de la competencia, lo que justificó acabadamente la emoción con que vivió el momento que su nombre fue anunciado por los altavoces que vitorearon la coronación.
Madre de cinco hijas, asegura con una amplia sonrisa que esa prole garantiza la continuidad de una tradición familiar ligada a la elaboración de manjares de la cocina regional. Esto, que se repite casi en cada hogar de Famaillá, augura también larga vida y prosperidad a una de las celebraciones más arraigadas que tiene el interior del país. Y le garantiza a Famaillá la perpetuación del título con que se la conoce en todo el país: la Capital Nacional de la Empanada.