La misma fue organizada por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en el Teatro de La Ribera, ubicado en el barrio porteño de La Boca. 
La encargada de presidir la comisión es JATA (Junta Asesora del Transporte Aéreo), la misma tiene 90 días para emitir un dictamen en el cual resolverá las diversas aprobaciones o rechazos. 
Las aerolíneas solicitantes (Andes Líneas Aéreas, American Jet, Alas del Sur, Avián Líneas Aéreas y Fly Bondi)  tuvieron su espacio para hacer su exposición, contando cuáles eran sus posibilidades financieras y técnicas. 
Andes, que ya cuenta con 10 años de operación en el mercado argentino, pide siete rutas nuevas desde Buenos Aires. Algunas de ellas son: Buenos Aires - Rosario - Resistencia - Posadas - Puerto Iguazú; Buenos Aires - San Miguel de Tucumán - Santiago del Estero - Salta - San Salvador de Jujuy; Buenos Aires-Córdoba - Santiago de Chile, Buenos Aires - Córdoba - Lima. 
La otra compañía que ya opera en el país, American Jet, solicitó 13 rutas con base en Neuquén, siete internacionales, a Bolivia, Chile, Brasil, Uruguay y Paraguay; además de las Islas Malvinas, ruta por la que deberá realizar un acuerdo en el Reino Unido.  
Por su parte, Fly Bondi, que se presenta como un plan muy ambicioso para el mercado, pidió 99 rutas (53 de ellas son nacionales) y su base operativa sería en El Palomar. 
Alas del Sur, registrada como taxi aéreo,  quiere el otorgamiento de vuelos no regulares y 21 rutas regulares, cuya base se encontraría en Córdoba.
También se encuentra Avián Líneas Aéreas, la cual solicitó 16 rutas que partirían desde Buenos Aires, hacia distintos puntos del país, además de Brasil y Uruguay. Para esta última (la cual tiene gran relevancia mediática) hubo un clima tenso en el auditorio, ya que la oradora que los representó fue recibida con abucheos. 
Antes de estas exposiciones tuvo a lugar la del ministro de Transporte Guillermo Dietrich defendió la postura del escenario competitivo que se plantea, además de alegar que en este caso no se está frente a un juego de cielos abiertos. 
“Cielos abiertos significa que empresas extranjeras hagan vuelos de cabotaje con personas de otra nacionalidad. Que la brasileña Gol, por ejemplo, vuele entre ciudades argentinas con tripulantes extranjeros. Esto no pasa en la Argentina y nunca va a pasar. El Gobierno no impulsa ni impulsará cielos abiertos. Lo que impulsa es el crecimiento del sector aeronáutico, con empresas que se tienen que radicar en el país y contratar personal argentino", subrayó Dietrich y remarcó: "Nos perdimos 20 años de inversiones. El desarrollo del mercado aerocomercial ha sido muy pobre. El objetivo es duplicar los vuelos de cabotaje, que es un objetivo muy ambicioso Hay que hacer de nuevo los aeropuertos de Iguazú y Jujuy e incorporar mayores inversiones en tecnología".
En la lista de oradores figuraban 63 personas (con varios ausentes) entre los que se encontraban ministros, empresarios, gremialistas, representantes de colectivos de larga distancia, directivos de Aerolíneas, gobernadores y funcionarios de turismo.

Los gremios al pie del cañón
El clima en las afueras del teatro de La Ribera era bastante tenso: los gremios aeronáuticos, compuestos principalmente por la Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA) y la Asociación del Personal Aeronáutico (APA), se congregaron desde temprano para protestar por lo que consideran una política de cielos abiertos. 
 "Venimos diciéndole no a los cielos abiertos, sabemos que es una política que atenta contra las fuentes de trabajo y contra las compañías nacionales, así que vamos a seguir sosteniendo eso. Pero también vamos a seguir luchando por los puestos de trabajo", afirmó el titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes Juan pablo Brey y aseguró: "Pretendemos que las empresas que quieren operar se sienten con los sindicatos a firmar un convenio colectivo de trabajo. Y vamos a seguir defendiendo a Aerolínas Argentinas y Austral como líneas de bandera y del Estado".
Por su parte, Edgardo Llano, Secretario General  de APA, expresó: “No estamos de acuerdo con el ingreso de nuevas compañías bajo la modalidad de bajo costo porque conocemos como funcionan y sabemos lo que generan, como la precarización que traen a los trabajadores de las distintas compañías”. 
En la misma sintonía, Ricardo Cirielli, titular de la Asociación del Personal Técnico Aeronáutico (APTA), expuso que "la infraestructura aeroportuaria no está a la altura del crecimiento planteado" y además sugirió que hay que  investigar la solvencia y la procedencia del dinero de “estas nuevas empresas”. 
El clima continuó tenso hasta el fin de la jornada y seguramente seguirá así hasta que haya una definición sobre el nuevo escenario de los cielos argentinos. 
En marzo podría haber una nueva audiencia en la que podrían presentarse otras aerolíneas con el fin de volar en el país.