La semana pasada la llegada del presidente Barack Obama a la isla de Cuba llevó consigo la posibilidad cierta de inversiones de capitales norteamericanos en el área de turismo. Cadenas hoteleras, aerolíneas y hasta cruceros mostraron su creciente interés por el embargado destino. 
En la madrugada del miércoles 23 el mandatario estadounidense aterrizó en suelo argentino, y junto con él una comitiva de cerca de 400 empresarios norteamericanos que se reunieron con felices empresarios argentinos en una jornada organizada por la Cámara de Comercio Norteamericana en la Argentina. 
Entre los empresarios arribados se encontraban la Consejera General de Starwood, el presidente y CEO de Marriott, y también el fundador de Airbnb.  Todos ligados directamente con la industria sin chimeneas y generadores de negocios globales.
Si seguimos la línea de continuidad iniciada en Cuba, nuestro país podría verse beneficiado, a partir del pago a los holdouts, con financiación para obras públicas y el interés de los empresarios norteamericanos por plantar bandera en cuanto lugar en el mundo puedan generar nuevos negocios para sus empresas. Y Argentina, una vez más, es tierra de oportunidades para generar nuevos negocios.
Sumado a ello, no pasó desapercibido que el presidente norteamericano haya elegido, para descansar unas horas con su familia San Carlos de Bariloche en lugar del mítico Glaciar Perito Moreno.
La difusión de esta visita en los medios de comunicación del mundo será viral, sin ninguna duda,  mostrando paisajes, experiencias y servicios con un alcance solo comparable con los eventos deportivos internacionales que se desarrollan en nuestro país, como el Dakar o el Moto GP. 
Como decíamos antes Argentina vuelve a ser tierra fértil para los inversores extranjeros, sobre todo para aquellos que apuesten por las grandes obras, y ello seguramente generará la llegada de nuevos turistas, porque convengamos que las nuevas inversiones difícilmente se sostengan sólo con pasajeros argentinos.