El taxi del futuro
La carrera espacial se ha trasladado a un ámbito mucho más cercano, tanto en distancia física como en utilidad para los usuarios. Así, diferentes compañías en todo el mundo compiten por desarrollar el primer taxi volador que ofrezca una solución alternativa de movilidad en las ciudades.
La startup Vertical Aerospace -primera del Reino Unido que desarrolla aviones eléctricos de despegue y aterrizaje vertical- probó con éxito su prototipo de taxi aéreo no tripulado, que prevé transportar a sus primeros pasajeros en 2022.
Taxi volador británico
Dirigida por el consejero delegado Stephen Fitzpatrick –fundador también de la energética Ovo Energy-, Vertical Aerospace tiene por objetivo ofrecer servicios de taxi volador interurbano con vehículos que despeguen y aterricen verticalmente.
En su plantilla cuenta con ex ingenieros de Airbus y Boeing, empresas que también están en la carrera por el taxi aéreo, así como Uber y el propio gobierno de Japón.
Otros competidores son la empresa alemana Volocopter, que está probando taxis con drones que se asemejan a pequeños helicópteros propulsados por 18 rotores, y Rolls-Royce, que también anunció el pasado julio planes para un avión eléctrico con alas giratorias que podrían despegar o aterrizar verticalmente.
En declaraciones a los medios, Fitzpatrick señaló su objetivo, centrado en el “mercado de viajes de corta distancia entre ciudades”. Así, añadió, “esperamos que nuestros vehículos trasladen a personas de una ciudad a otra, dejándolas más cerca de sus casas, no necesariamente en aeropuertos”.
Así, este tipo de transporte, además, serviría para descongestionar grandes aeropuertos.
Vehículos de vanguardia
Fitzpatrick, que financió personalmente el nuevo proyecto, cuenta con experiencia anterior en el terreno de la tecnología de vehículos de vanguardia ya que, en 2015, un año antes de fundar Vertical Aerospace, adquirió el equipo de Fórmula1 Manor Marussia, sumido en una profunda crisis financiera.
“Vi una oportunidad comercial en la aplicación de la tecnología de Fórmula1 a la aviación para transformar los viajes de corta distancia y lograr que rutas como Londres-Madrid fuesen más cortas al eliminar la necesidad de despegar desde una pista concreta”, señaló.
Fitzpatrick señaló además diferentes avances en los coches de carrera que también se aplican a los aviones, desde baterías eléctricas de alta potencia hasta materiales estructurales ligeros y resistentes como la fibra de carbono y, por supuesto, el diseño aerodinámico.
Vuelos de 150 km a 320 km/h
Con sede en Bristol, la compañía Vertical Aerospace probó con éxito su prototipo totalmente eléctrico no tripulado el pasado mes de junio en Gloucestershire, que calificó de “éxito”.
El vuelo tuvo una duración de alrededor de cinco minutos, pero portavoces de la start up aseguraron que el vehículo tiene capacidad para volar 150 km a una velocidad de 320 km/h.
Además, está desarrollando otro modelo más grande, con autonomía para 800 km, pilotado y con capacidad para transportar a un pequeño número de personas.
La compañía se encuentra inmersa en la negociación con nuevos inversores con el objetivo de "acelerar" la investigación y el desarrollo en los próximos cuatro años, antes de poder afrontar pedidos de vehículos.
Entre las rutas que operarían en una fase inicial, dada la autonomía del taxi aéreo, la compañía apuntó a conexiones entre Londres y ciudades como París, Dublín y Edimburgo.
Vacío regulatorio
La Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido otorgó permiso a Vertical Aerospace para realizar su vuelo de prueba, pero lo cierto es que existe un vacío regulatorio que puede ocasionar retrasos en el desarrollo de estas tecnologías, con cuestiones como el tipo de licencia que requerirán los pilotos o la zona del cielo en la que podrán volar.
Al respecto del desarrollo de drones de pasajeros y taxis voladores, un estudio de Deloitte publicado el pasado mes de enero señaló los desafíos regulatorios a los que se enfrentan esta tecnologías, con modelos como los de Boeing, que prevén sobrevolar las calles de las ciudades en una década.
En este sentido, el informe concluye que las industrias aeroespacial y afines ya han enfrentado desafíos similares complejos, dijeron, citando el desarrollo y despliegue de aviones comerciales.