En las cercanías de Santa Catalina, muy cerca de Jesús María, Córdoba, se levanta una gran mansión de aire colonial bautizada como “El Colibrí Estancia de Charme”, y es una justa combinación entre el refinamiento de la hotelería de alta gama, el encanto y la hospitalidad de un ambiente hogareño y la aventura de un turismo diferente.
La familia Fenestraz, hospitalarios dueños de casa, caracterizan al establecimiento por su calidez, servicios de alta gama, confort de inigualable calidad, actividades al aire libre, cordialidad y el cuidado en los detalles. Entre sus atractivos, se destacan el Club de Polo, las degustaciones de vino en Cava propia; la posibilidad de visitar la Granja y elegir los ingredientes para la cena con el Chef y cocinarlos; las clases de equitación; sus dos canchas de golf y los paseos a caballo, entre otros.

El plato fuerte
La actividad principal en la estancia es el Polo. El sitio cuenta con dos canchas profesionales, dos más para taquear, varios caballos y una Escuela de Polo, el espacio ideal para que los más chicos se inicien en este maravilloso deporte mientras que los padres descansan en el Club House.
Los living y salones fueron construidos con la premisa de que el visitante se relaje. Estos ambientes de techos altos de madera, están iluminado por imponentes arañas y decorado con muebles y objetos de colección.

A comer y beber se ha dicho

La frescura de los alimentos cultivados en la hacienda y los mejores vinos del país aseguran una gastronomía de alta gama. El restaurante La Table du Colibrí invita a disfrutar de la cocina casera y a participar de sus veladas de degustación con una tabla de fiambres de Colonia Caroya y quesos caseros.

Dormir en glamour
Pasar la noche en cualquiera de sus habitaciones equivale a descansar en verdaderos paraísos. Decoradas con un motivo floral diferente pintado a mano las suites tienen un living amoblado con piezas que combinan estilo y confort con detalles de época. Todas tienen terraza privada para disfrutar un desayuno en el aire puro d