Algunos analistas comparten que los BRICS de los 80, Brasil, Rusia. India y China tendrán nuevos sucesores. Contrarrestando con la desaceleración del crecimiento de estas naciones, nuevas economías asoman a la escena mundial como Filipinas, Turquía, Indonesia, Tailandia, Polonia, Sri Lanka y Nigeria con crecimientos destacados.  En el conjunto de este grupo, Turquía ha tenido además de un importante crecimiento de su economía local, una performance notable en el contexto de las top 10 del turismo mundial. En palabras del mismo secretario general de la Organización Mundial del Turismo, Taleb Rifai, dijo de ella: “Turquía es sin duda la estrella en ascenso del turismo”.
De hecho, el país se colocó por delante de Reino Unido en el ránking de los 10 primeros destinos turísticos del mundo de la OMT, posicionándose en sexta posición, con 29 millones de visitantes recibidos en 2011. El éxito, señalan los analistas, responde no sólo a la insuperable panorámica del Bósforo que seduce a los turistas, sino también una triple combinación de primavera árabe, turismo halal y producción de telenovelas que alimentan su marketing de destino.
El escenario político en Medio Oriente también provocó un redireccionamiento turístico que benefició a Turquía. En efecto, la inestabilidad política en países como Túnez, Egipto o Siria hizo que muchos turistas saudíes y de otros Estados del Golfo decidan pasar sus vacaciones en Turquía, destino que les ofrece una cultura similar y servicios que se adaptan perfectamente a sus necesidades. De hecho, el turismo estilo islámico -hoteles sin alcohol, con comida halal y piscinas separadas para hombres y mujeres- ha experimentado un auge en el país en los últimos años. A todo esto se une el gran éxito de las telenovelas turcas en el mundo árabe, que ha generado un flujo de turistas deseosos de seguir los pasos de sus actores favoritos. En este sentido, Turquía ha puesto énfasis en la mirada hacia los  países árabes, en donde ha redirigido su política exterior en los últimos tiempos. Esta decisión ha impactado favorablemente en su receptivo internacional.
Turquía demuestra una gran expansión de sus redes sociales. Esta ha sido una de las plataformas de su expansión optimizando una oferta que registra para telefonía móvil 62 millones de usuarios; 35 millones de internautas, 6º lugar en la población de usuarios de Europa; 46 millones tarjetas de crédito; 30 millones de usuarios en Facebook (en 2008 apenas contaba con 3,5 millones) y en Twitter es el 10º sitio en popularidad en Turquía ocupando el 8º lugar del mundo en cuanto a usuarios de esta plataforma. La mayoría de los turistas turcos que optan por viajar al extranjero pertenecen al segmento etario entre los 25 y 44 años y a una clase económica media alta. Las redes sociales constituyen una plataforma de llegada estratégica para este público.  
La expansión del turismo turco es hacia dentro y fuera de sus fronteras. Así figura dentro de sus objetivos estratégicos para 2023: Fomentar que cada vez viajen más ciudadanos turcos tanto dentro como fuera del país. Es una gran oportunidad para la Ciudad de Buenos Aires y los destinos argentinos, en un escenario donde el mercado turco muestra una gran atracción por conocer la inmensa cultura latinoamericana como elemento diferencial de la historia mundial en general y de la europea en particular. Sumado a esto, son varios los países de Latinoamérica como Argentina que no requieren visado para los turistas turcos lo cual supone la ruptura de una importante barrera a la hora de viajar y otro elemento culturalmente a destacar es el hermanamiento- “Kardes Sehir” -  entre Buenos Aires y Estambul.
En 2010, 6.699.534 de turistas turcos viajaron a 105 países con una media de gasto de 735 USD alcanzando los 4,8 billones de USD. En 2011 las llegadas de ciudadanos turcos registradas por EZE fue de 3.300 pasajeros.

Por Mónica Kapusta

Directora de Investigación, Observatorio Turístico y Prensa del Ente Turismo de la  Ciudad de Buenos Aires.