Ideal para una escapada de fin de semana por su cercanía con la gran urbe, el turismo rural o de estancias, viene ganando “campo” entre quienes lo eligen como alternativa de vacaciones más extendidas,
Las mismas se realizan en pleno en contacto con la naturaleza e inmersas en actividades recreativas donde privan las tradiciones criollas.
Salgamos a la ruta. A menos de una hora del centro y sobre acceso totalmente asfaltado, Granja Loma Verde se caracteriza por una propuesta orientada al turismo interactivo, donde el visitante puede aprender y participar de las clásicas tareas rurales, a través de un programa que reúne a la familia a pleno: ordeñar, amasar el propio pan, andar a caballo, cuidar el huerto, elaborar queso casero, jugar a la taba y visitar un rancho réplica del 1800 son algunos de los atractivos.
La Araucaria conserva, aún hoy, las características que la convirtieron en meca en su época de esplendor. Charme es el calificativo que mejor le cuadra, a la par que ha incorporado todas las comodidades de la vida moderna para desarrollar un nivel de hotel de lujo. Antesala de la infinita “pampa argentina”, conjuga hospitalidad y naturaleza
Para los entusiastas del deporte, hay canchas de tenis, fútbol, vóley y circuitos de bicicletas. Los imperdibles del campo son las cabalgatas y paseos en carruaje, descubriendo rincones y escondites de un centenario parque, que alberga alrededor de 350 especies de árboles distintas. Para los que buscan cobijo hogareño, una sala con juegos de mesa, una selección especial de películas y conciertos, y un salón de fumar, con mesa de billar incluida.
Cañuelas, tierra de ensueños, alberga a Pampas del Sur, una hostería de campo rodeada por un sorprendente escenario natural, que se funde con el cielo.
“Espacio La Crux”, el Club House, es un lugar de encuentro que se abre a la inmensidad través de sus ventanales… Cuenta con un gran salón comedor, sala de estar con hogar a leña, TV y DVD, sala de juegos con ping pong, pool, metegol, sapo, biblioteca multilingüe…
El “Espacio Aries” es el nuevo salón, ambientado con época datada a principios del siglo XIX. Pisos decorados y de pinotea originales, carpinterías de madera reciclada, objetos de decoración antiguos, hogar a leña y una galería con nostalgia de inmigrantes.
En Arrecifes, a sólo 170 km de Capital Federal, El Sosiego, un antiguo haras completamente reciclado, propone combinar la tranquilidad de un retiro campestre con actividades rurales y recreativas. Atendido por sus propietarios, con todas las comodidades enmarcadas por el típico paisaje de lomas de la zona, le brindan el ambiente para que la estadía sea un cambio al ritmo de la vida actual.

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