La Rioja se prepara para la Fiesta de la Chaya
La música, el vino, la harina y la albahaca se comparten y mezclan durante febrero en las calles de los pueblos y barrios de La Rioja en la celebración de la chaya, la fiesta popular más importante de la provincia, que conjuga un tiempo de encuentro de su gente, el culto a la Pacha Mama y los corsos carnavaleros.
La fiesta comienza con el desentierro del Pujllay (un muñeco desgarbado que simboliza un personaje mitológico diaguita y preside todas las ceremonias) en la primera semana de febrero y finaliza con el mes, cuando se realiza su entierro.
El período de la chaya es considerado tiempo de encuentro entre vecinos, de reconciliación, alegría y momento de olvidar penas, rencores y diferencias sociales.
Durante esos días, precisamente la harina y en la actualidad también pintura o pomada para zapatos tiñen las caras y las vestimentas de quienes participan de las fiestas callejeras, como una forma de borrar las fronteras sociales o económicas que los diferencian durante el resto del año.
En ese marco, se realizan los "topamientos" en los barrios más tradicionales, que son enfrentamiento amistoso entre hombres y mujeres, que al llegar al centro de la calle se arrojan agua y harina como símbolo de confraternidad.
El "Cumpa" y la "Comadre" son dos personajes que comandan la ceremonia chayera, que es presidida por un muñeco del Pujllay y dura toda la tarde al ritmo de grupos folklóricos o de música grabada, en una fiesta que acaba cuando comienza la noche.
Allí, el vino, las empanadas, la harina, la albahaca y la música popular son denominadores comunes y factor de encuentro y confraternidad.
El municipio de la capital rioja lleva adelante desde hace algunos años el “Febrero Chayero”, en el que se premian al mejor topamiento, el mejor Pujllay, la mejor caja chayera, la mejor comparsa o la mejor vidala compuesta por los propios vecinos.
Esta actividad arrancará el 13 de febrero y concluirá el 21, con la quema del Pujllay, luego de una semana en la que habrá numerosas actividad culturales, artísticas y, especialmente, musicales, con renombrados intérpretes invitados.