El Chaltén para toda la familia
Para aquellos que prefieran hacer trekking en sus vacaciones, la oferta en El Chaltén es variada: con un desnivel de 100 metros y una duración de 30 minutos de ida, el Mirador de los Cóndores es la caminata más corta desde el centro de la villa santacruceña, que llega a un mirador natural ubicado sobre el pueblo, regalando una excepcional vista panorámica de los macizos Adela, Torre y Fitz Roy y el valle del río De las Vueltas.
El circuito Chorrillo del Salto cuenta con un desnivel de solo diez metros y demanda una hora de recorrido de ida. Es una caminata fácil para toda la familia que se adentra en medio de un típico bosque andino patagónico de ñires y lengas hasta alcanzar una hermosa cascada de 20 metros de altura. El salto está en el último tramo del río Chorrillo, antes de su desembocadura en el río De las Vueltas.
El Cañadón del río De las Vueltas, con un desnivel de 20 metros y un tiempo de marcha de 45 minutos de ida, acerca a una amplia panorámica de todos los cerros. Se recorren seis kilómetros por la Ruta Provincial Nº 23 en dirección al lago Viedma hasta llegar a un área señalizada. Desde allí comienza la senda hasta el mirador sobre el cañadón, el cual se encuentra bastante elevado. El curso del río De las Vueltas suele ser una de las rutas preferidas por cóndores que vuelan en dirección Sur–Norte a baja altura, por lo que si se tiene suerte pueden observárselos desde muy cerca.
Para acceder al Mirador del cerro Torre desde El Chaltén se toma el sendero hacia la laguna Torre que comienza en las proximidades de la calle Comandante Arrúa. Luego de una pequeña cuesta, y adentrándose en el bosque compuesto principalmente por ñires, el camino comienza a ganar altura a la vez que se va se alineando con el curso del río Fitz Roy hasta llegar a este mirador natural. Allí es posible contemplar el valle de dicho río y su serpenteante curso de agua en el fondo, enmarcado por el singular cerro Solo y de telón de fondo el cordón Adela y el imponente cerro Torre. Tiene una duración de 1 hora y media de ida y un desnivel de 100 metros.
El sendero de Laguna Capri, con un desnivel de 200 metros, ofrece una fantástica vista del cerro Fitz Roy sobre una hermosa laguna a sólo dos horas de El Chaltén. Comparte el comienzo de su recorrido con el camino a Laguna De los Tres, sin duda la más famosa de todas las caminatas, al final de la avenida San Martín. Durante la primera hora, la pendiente es algo pronunciada hasta ingresar en el valle del arroyo Del Salto en dirección al monte Fitz Roy. Los ñires comienzan a ser cada vez más numerosos alrededor del sendero y aproximadamente a una hora y media del trayecto se accede a un mirador natural bien señalizado, con vista al glaciar Piedra Blanca sobre una roca, con un cartel que permite interpretar el paisaje que se presenta frente a nosotros. Continuando por la misma senda, se toma el desvío en dirección Sur hacia la laguna y el campamento agreste Laguna Capri. Desde la laguna se tiene una vista única del Fitz Roy y sus agujas periféricas. Una opción interesante es finalizar el día pernoctando en el área de acampe habilitada por el Parque Nacional Los Glaciares.
Para llegar al glaciar Piedras Blancas la dificultad también es baja, pero se requiere más tiempo: 2 horas de ida desde la Ruta Nacional 23, a la altura del río Blanco. El desnivel es de 100 metros y propone una aproximación a uno de los glaciares bajos de la zona que desciende del circo glaciario formado por el macizo del Fitz Roy. Desde el puente sobre el río Blanco se toma la senda que remonta el río, y al cabo de dos horas o menos de caminata se arriba al mirador que hacia el oeste te permitirá apreciar el glaciar Piedras Blancas. Es posible continuar entonces por el sendero que lleva hasta el campamento base Poincenot luego de una hora más de marcha, y desde allí regresar a la villa o pernoctar.
Para complementar estas actividades, los visitantes pueden realizar otras excursiones cortas:
A 18 kilómetros de El Chaltén en dirección a la Ruta Nacional 40 se accede en vehículo hasta la Bahía Túnel, desde donde zarpa una embarcación que realiza un avistaje al glaciar Viedma, por el lago homónimo.
A Piedra del Fraile se accede con bus o vehículo por la RP23 en dirección norte. A 15 kilómetros se llega al puente del río Eléctrico, desde donde comienza una senda por propiedad privada de dos horas hasta el refugio Los Troncos. Una excelente vista al glaciar Marconi y al Fitz Roy deleita a quienes arriban, que además, encuentran allí un camping privado con todos los servicios. Es también una entrada muy utilizada al Hielo Continental.
Lago del Desierto está emplazado a 37 kilómetros al norte de El Chaltén. Se accede en vehículo o en bus, después de un paseo que atraviesa bosques muy añosos y glaciares, siguiendo el recorrido del río De las Vueltas. Una vez en el estacionamiento, al final de la Ruta Provincial Nº 23, caminando unos 300 metros se llega a un mirador desde donde se aprecia el lago de punta sur a norte. También en la zona se encuentra un camping privado y se puede realizar una caminata al glaciar Huemul, que demanda solo una hora de ida.
Estos senderos se presentan como una interesante opción para aquellos viajeros no tan entrenados que aman la naturaleza y que prefieren disfrutar del paisaje llevando a cabo una caminata de medio día o menos. Y por supuesto, resulta la excusa perfecta para regresar en otras ocasiones, a superar sus límites, desafiar otros senderos y quizás, al mismísimo Fitz Roy.
La localidad de El Chaltén está ubicada dentro del Parque Nacional Los Glaciares, Sección Lago Viedma, en la provincia de Santa Cruz. Si bien es uno de los pueblos más jóvenes de nuestro país -fundado el 12 de octubre de 1985 debido al conflicto limítrofe que existía entre Argentina y Chile- ha sido visitado desde tiempos lejanos.
El nombre Chaltén viene del vocabulario Tehuelche y significa “montaña que fuma”, en referencia al Fitz Roy. En su cumbre suelen verse nubes que dan la sensación de humo y por eso los Tehuelches creían que se trataba de un volcán.
Además de los pueblos originarios, se cree que el primer hombre blanco en divisar el Fitz Roy fue Don Antonio de Viedma en 1782, en una exploración en busca de madera. Más tarde fue visto por el científico inglés Charles Darwin y su capitán Fitz Roy en 1834 y por el perito Francisco Moreno en su expedición de límites en 1877.
Pero, curiosamente, fue el sacerdote salesiano Padre Alberto De Agostini uno de sus primeros promotores turísticos. Sus registros fotográficos fueron los que motivaron a muchos alpinistas de Europa a venir hasta aquí, atraídos por el desafío de escalar las paredes graníticas y las agujas circundantes de estos particulares cerros. Los primeros intentos de ascensión al Fitz Roy se remontan a 1937. Recién en 1952, una expedición francesa liderada por Terray y Magnone, logró vencer al “Rey invicto de la Patagonia”.
Sin embargo Chaltén no es solo una invitación para los escaladores o aventureros extremos: desde el pueblo mismo nacen numerosos senderos con diversos grados de dificultad y dur