Un brasileño que pretenda viajar a Estados Unidos para hacer turismo o negocios necesita un visado que se emite en la embajada en Brasilia o en otros cuatro consulados. Brasil es un país caro y EE.UU, principalmente Miami y Nueva York, se han convertido en el paraíso de las compras. Los brasileños buscan en las tiendas la última tecnología, con precios hasta un 40% inferiores a los que se ofrecen en el gigante sudamericano.
Las colas en Sao Paulo y Río de Janeiro para la obtención de un visado son enormes, principalmente ahora, entre los meses de diciembre y febrero, los meses de vacaciones, tanto escolares como de trabajo. En 2012 los consulados emitieron más de un millón de visados. Récord absoluto.
Hasta el presidente Barack Obama ha reforzado los lazos con sus visitas al país, aunque desde hace tres años China se ha convertido en el primer socio comercial de Brasil. Los comerciantes estadounidenses saben que los brasileños gastan muchos dólares en las tiendas pese a que un dólar se cambia por dos reales, cuando hace menos de un año el cambio estaba en 1,70. Ahora todo es más caro.
Y todo ello a pesar de las trabas del peculiar Brasil. Correos, la empresa estatal, acudió al juzgado al confirmar que los consulados norteamericanos no usaban sus servicios. Habían llegado a un acuerdo con DHL, la empresa de mensajería, mucho más eficiente que la ineficiente empresa estatal. Muchos turistas brasileños perdieron sus viajes por el proteccionismo de sus dirigentes. Finalmente, EE.UU negoció con Correos y el problema quedó resuelto. Los visados a los brasileños se conceden por un año.

Fuente: www.elconfidencial.com