Desde este fin de semana, a lo largo de cinco días, los nueve departamentos de este país han estado en Carnaval. Según cifras del Ministerio de Turismo, se esperaba que llegaran atraídos por las Fiestas unos 100.000 visitantes extranjeros, principalmente en Oruro, Santa Cruz, Tarija, Cochabamba y La Paz, dejando ingresos de 28 millones de dólares.
El viceministro de Turismo, Iván Cahuaya informó que los turistas llegan de Asia, Europa, Norte y Sur América, y permanecen como promedio al menos cinco días, con un gasto diario de 53 dólares por persona.
Los carnavales son una época de fiesta generalizada que combina las costumbres ancestrales propias de cada región, departamento, ciudad y comunidad rural del país, con tradiciones europeas traídas durante la colonia. La diversidad de opciones carnavaleras varía de acuerdo a la geografía y culturas de cada región. El carnaval andino se caracteriza por los rituales a la Pachamama y su manifestación es más autóctona que en los valles y en el sur, donde destacan el juego con agua y la elección de reinas.
Las fiestas, que también reflejan el carácter multicultural de la nación andina, se extienden al menos hasta el martes de challa (una fiesta para agradecer a la diosa quechua Pachamama -Madre Tierra- por los bienes materiales adquiridos) en el feriado más largo de los bolivianos.
En el Carnaval de Oruro, Patrimonio Intangible de la Humanidad y la actividads folclórica más importante de Bolivia, miles de bailarines ponen su fe en la Mamita del Socavón y le rinden tributo. El sábado bailaron 52 conjuntos folklóricos en la ciudad de El Pagador, lo que significa más de 40.000 bailarines de diversas expresiones artísticas.
En el resto del país se viven fiestas de todo tipo como es el caso del Carnaval Chapaco que tuvo su inició en el “jueves de Comadre”, pero también se pueden mencionar otros carnavales como el de Valle Grande en Santa Cruz, el de Padilla en Chuquisaca y el de Uyuni en Potosí.
En este último caso, el Carnaval provocó incluso la habilitación de trenes extra desde Oruro para la llegada de miles de bailarines y visitantes.
Considerado el carnaval más largo y barato del país, porque con una cuota promedio de 35 dólares el bailarín tiene un traje, banda y fiesta en local particular por cinco días (con todo incluido).

Oruro, Patrimonio de la Humanidad
En la fiesta, que nació en el siglo XVIII en honor a la Virgen católica del Socavón, sobresalen las danzas de la "diablada", la "morenada", los "caporales" y los "incas".
La "diablada" escenifica la adoración al dios andino "Supay", equivalente a satanás, de quien se cree es el señor de las minas de estaño y plata y que sólo él protege la labor de los mineros, quienes trabajan con mínimas condiciones de seguridad.
En otros países, como en el sur de Perú, también se baila la "diablada", como una representación de la lucha entre el bien y el mal.
La "morenada", que tiene sus orígenes entre los siglos XVI y XVII, representa el esclavismo que ejercieron españoles contra miles de negros traídos desde África para explotar las minas de plata y también para realizar tareas agrícolas en los valles del departamento de La Paz.
También bailan por las calles de Oruro los "incas" que representan el señorío que ejercieron los reyes del incanato, en la época prehispánica, pues el Kollasuyo, parte del oeste de Bolivia, estuvo incorporado al Tahuantinsuyo, el imperio inca.
Otra atracción es el baile de los "caporales", una variación estilizada de la "morenada", por los saltos y movimientos armónicos que realizan varones y mujeres.