De los Estudios de Análisis de la Demanda Turística Nacional que el Ministerio de Turismo de la Nación le encargó a la consultora de Julio Aurelio se desprendieron varios resultados de interés para el sector. El informe confirma que la Costa Atlántica sigue siendo el destino más elegido por los turistas argentinos, y contrario a como se podría pensar, la principal motivación al momento de optar por un destino no es el precio sino la preferencia por el lugar.
Sin embargo, es importante aclarar que el precio recobra preponderancia cuando los entrevistados ordenaron los cinco factores esenciales para la planificación de las vacaciones. En este ordenamiento los turistas lo ponen en segundo lugar, sólo detrás de la preferencia del lugar.
Con los resultados puestos en la mesa (ver recuadro pág. 19), Mensajero Turístico dialogó con diferentes empresarios y representantes del sector que dieron su opinión acerca de lo que se está realizando para fomentar el turismo interno, lo que aún falta hacer y el dilema de los altos precios que le restan competitividad al país frente a otros destinos, también tentadores para el turista argentino.

Por el buen camino

“Yo lo que veo es que hace unos años atrás, Argentina tenía patas muy cortas, ahora las tiene un poco más largas, al punto de que varias cadenas internacionales se han establecido en Argentina”, ejemplificó Daniel Manfredi, ex presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Buenos Aires (AVIABUE).
El presidente de la Federación de Cámaras de Turismo (FEDECATUR), Federico Lanati, destacó “la cantidad de turistas argentinos que se mueven dentro del país, alcanzando los 46 millones de pernoctaciones. Ha habido un crecimiento desde hace varios años y pareciera que va a seguir así”.
En este sentido, el hotelero remarcó la importancia de tener en cuenta “el gran porcentaje de turistas que se mueve por regiones. Cada provincia se debe manejar dándole importancia a este mercado de las provincias limítrofes, sin desconocer a quienes siguen siendo los principales mercados emisores”.
Más allá de lo expuesto por Lanati, y de los buenos augurios de Manfredi, Argentina tiene un largo trecho por recorrer en pos de seguir fomentado el “turismo en Argentina para argentinos”. Uno de los temas más citados por los representantes consultados fueron los precios, pero también las conexiones aéreas, la necesidad de una ampliación en la infraestructura y, finalmente, no relegar al turista nacional por debajo del extranjero.

El dilema de los precios
Pablo Goldszier, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT), ve difícil que se puedan establecer precios más competitivos ya que “en general siguen a lo que se considera los precios del mercado. Nadie hace magia, hay temas que están atados, hay variables que son sensibles y mueven la estructura de costos. Si la mano de obra sube más de un 30 por ciento, no hay ninguna duda que eso va a afectar las tarifas”.
De la misma manera, Horacio Pinasco, director de Hueney Viajes, señala como mayor problema en este aspecto el retraso nivel cambiario. “Cada día vamos elevando el costo general y cada vez es más difícil mantener la competitividad. Tendría que devaluarse la moneda algunos puntos”, detalla el operador.
Sin embargo, Pinasco no se queda sólo con los factores externos, sino que también hace mella sobre la política tarifaria que se aplica en algunos destinos, y pone de ejemplo el caso de los centros de esquí, que conjuntamente a “la hotelería que lo rodea, han establecido precios más orientados al receptivo, pensando en el brasileño, que ha sido el consumidor mayoritario. En ese caso, obviamente, se deja de lado al turista interno. El problema es que no se deja una parte de las reservas para el mercado nacional”.
Pero esta actitud puede resultar tan rentable como peligrosa según el Director de Hueney Viajes. “Todos los años, los operadores del exterior bloquean la hotelería y la demanda interna, aunque sea con anticipación, no encuentra alojamiento porque está todo adjudicado al mercado externo. Esto es muy rentable en condiciones normales, pero con las cenizas volcánicas se cayeron la mayoría de las reservas y el público interno tampoco visitó el destino”.
Con una visión más general, Federico Lanati opinó que “el problema de precios no sólo atañe al turismo sino a todo el país, de la mano de la inflación, por lo cual son necesarias medidas que la combatan, porque afecta el bolsillo de todos, empresarios y trabajadores”.

Problemas en el aire
Para Daniel Manfredi, otra de los ejes fundamentales para el desarrollo del turismo interno, en un país tan extenso, es el transporte aéreo, y son varios los que se suman a este pensamiento.
“Siempre hemos sostenido que el desarrollo turístico en la Argentina es imposible sin un transporte aerocomercial fuerte, y el transporte hoy está atado con alfileres acá. Tenemos la línea de bandera en manos del Estado, que ha mejorado sus servicios, pero que no dejó de tener nueve gremios”, sentenció Manfredi e inmediatamente preguntó de manera retórica “¿Qué empresa puede ser viable con los caprichos y voluntades de nueve gremios? (Jorge Pérez) Tamayo tiene la Espada de Damocles en la nuca porque Cristina le habrá dicho ‘volá o te volamos’, pero aún así siguen habiendo problemas”.
Pinasco también alertó sobre la situación de los vuelos de cabotaje: “Creo firmemente que debería haber una reacomodación de las tarifas de cabotaje en el tema aéreo, particularmente con respecto al área patagónica. Esto permitiría incentivar el tráfico nacional porque los valores son demasiado altos para nuestro mercado”.
“Nos gustaría tener una mayor interconexión regional, sobre todo en el transporte aéreo. Ya ha comenzado con el Corredor Federal pero creemos que hay mucho para crecer en ese sentido y hay muchas zonas del país que aún no se unen, importantes ciudades y provincias argentinas. La interconexión regional hoy es incipiente”, agrega Lanati.

Infraestrucutra e ideas para mejorar

Por su parte, Pablo Goldszier también pone el acento sobre las necesidades de mejora en la infraestructura de destinos alternativos: “Vas a algunos destinos aledaños a las grandes ciudades del interior del país y no se satisface la demanda de la gente”. En este sentido, el empresario cree que es fundamental que los gobiernos municipales, provinciales y los entes turísticos, a partir de beneficios, “promocionen a los pequeños emprendedores o empresarios para que puedan mejorar la calidad de las visitas de los turistas al destino”.
Para Goldszier, es fundamental ver qué herramienta se le puede dar al turista argentino para que piense primero en Argentina. “Creo que una de las formas para fomentar el turismo interno sería que el turista no se vea tan afectado por el 21 por ciento del IVA, como en el gasto que realiza en los pasajes, hotel o en lo que consume, en una provincia que no es la suya”.
Según confirman los representantes del sector consultados, Argentina está transitando un camino positivo, buscando atraer turistas extranjeros a partir de los esfuerzos del INPROTUR pero sin olvidarse de motivar a que el argentino recorra su país, de la mano del trabajo de la Subsecretaría de Promoción Turística. Que queden puntos por mejorar debe tomarse como una señal hacia el progreso, una invitación a que todo el sector siga mejorando en el marco del “Turismo como política de Estado”.

El estudio
El Ministerio de Turismo, por medio de una consultora llevó a cabo un relevamiento cuantitativo realizado entre el 5 y 26 de Julio de 2011, entre la población residente en el país, que salió de vacaciones en algún momento entre el 15 de diciembre de 2010 y el 15 de marzo de 2011 y en el receso de semana santa 2011. En total fueron 2800 casos y 238 casos de residentes argentinos que, en igual período, viajaron de vacaciones al exterior.
Entre las razones principales para elegir los destinos se encuentran: primero las características geográficas o paisajísticas del destino turístico. En segundo lugar se destaca la tranquilidad del lugar. En tercer lugar se ubica el hecho de visitar familiares o amigos en el destino.
Es importante aclarar que casi la totalidad de los turistas que vacacionaron en la Argentina están dispuestos a volver a hacerlo. Las principales razones por las que volverían a vacacionar en el país están relacionadas en primer lugar con el deseo de visitar más zonas del país: “quiero conocer mi país”“Me quedan un montón de lugares por conocer”“Prefiero conocer más mi país que irme afuera”
Entre los destinos que les gustaría conocer a los encuestados, aparecen primero Las Cataratas del Iguazú (15%). Le sigue la provincia de Salta (10%) y El Calafate (9%).Luego surgen opciones como La Patagonia/El Sur(8%), Bariloche(8%), Ushuaia(8%), Mendoza (5%) y El NOA(Tucumán, Salta y Jujuy) con 5% de las menciones. Entre las causas de no conocerlo, el precio alto figura en el 44% de los casos.

Precios altos
Daniel Manfredi aportó una serie de ejemplos sobre una de las problemáticas que generan mayores complicaciones a la hora de fomentar el turismo interno: los elevados precios de algunos destinos nacionales.
Sin querer señalar con el dedo, y sólo a modo de ejemplificación, Manfredi citó dos casos que demuestran claramente la existencia de una situación que ya ha sido tratada por Mensajero Turístico en oportunidades anteriores.
“Ushuaia es un ejemplo. Hasta el 30 de octubre, un hotel cuesta 350 pesos por noche, hasta esa fecha, te dan promociones estilo 4x3, pero a partir del 1 de noviembre ese mismo hotel pasa a costar 700 pesos; un hotel tres estrellas y sin ningún tipo de promoción”, explicó el empresario y agregó: “La nueva tendencia indica que la gente estudia los destinos. Porque en Pinamar se seguirán alquilando las casas en 15 mil dólares al mes, pero muchos ahora comparan con un hotel 7 estrellas de Aruba que les sale 450 dólares al día, multiplican y se van 15 días a Aruba con todo incluido”.
De todas maneras, el empresario aclara que lo mismo sucede en otros lugares del mundo, en el caso de cuestiones estacionarias. “Lo mismo sucede en Nueva York si llegás el 23 de diciembre para festejar Navidad: el hotel que salía 150 dólares pasa a salir 358 y te dicen que tenés que tomar un paquete de ocho noches seguidas porque sino no te lo venden”.