Durante el último fin de semana largo, la ciudad cordobesa organizó numerosas propuestas para toda la familia, entre las que figuraron, una Visita Guiada Vivencial por el Casco Histórico; el 3er Encuentro Regional de la Mujer y el gran cierre con el Carnaval de las Colectividades, que congregó a aproximadamente ocho mil personas, en una noche llena de alegría, ritmo y color. La ocupación hotelera del periodo festivo fue del 98,3 por ciento.
Su legado jesuita a través de la revalorización del patrimonio, de la mano de una Visita Guiada Vivencial por el Casco Histórico y el rescate de una de las celebraciones que tuvo relevante importancia años atrás, sumada a sus orígenes más puros, con el Carnaval de las Colectividades.
Iluminando las calles con antorchas y vivenciando los pasos de los hacedores de la historia local, los asistentes a la visita guiada nocturna por el casco histórico, realizada el sábado 5 de marzo, fueron partícipes activos de una experiencia que movilizó los sentidos, con una excelente interpretación que cautivó al público, junto con la musicalización acorde que marcó los tiempos de desarrollo del evento, logrando su punto máximo de emoción al transitar los emblemáticos edificios del Museo de la Estancia Jesuítica y Casa del Virrey Liniers y del Colegio Parroquial El Obraje, constituyendo un espectáculo de gran atractivo turístico y cultural.
Por otro lado, el domingo pasado tuvo lugar el 3er Encuentro Regional de la Mujer en Alta Gracia, realizado en la Casa de la Cultura, donde hubo charlas y disertaciones especificas que fueron amenizadas con espectáculos musicales a cargo del Ensamble de Cuerdas Municipal y Las Fulanas Trío, Folklore Latinoamericano.
El gran broche de oro de las actividades programadas, fue el desarrollo del Carnaval de las Colectividades, evento que congregó el lunes 7, a aproximadamente 8 mil personas, en un show donde representantes de las delegaciones de Uruguay, Bolivia, Italia, España y Brasil, interpretaron y dieron a conocer la forma clásica de celebración en sus países de origen.
Asimismo, se pudo apreciar a La Murga del Churro, (el carnaval de Bower), al carnaval norteño y la ceremonia  de la Pachamama, y a los participantes de los talleres de mascaras que tuvieron lugar en los centros vecinales de Alta Gracia, que presentaron sus creaciones al ritmo de tambores y bailes.
Este evento, permitió viajar por el mundo y tomar contacto con el clásico candombe uruguayo, representado por el Ballet Municipal, quien también se puso en la piel del carnaval norteño; apreciar la elegancia del carnaval veneciano; compartir los caporales bolivianos; disfrutar del carnaval de Galicia y contagiarse del ritmo y la alegría brasileña.
Las calles de Alta Gracia, fueron engalanadas con un gran desfile encabezado por el Rey Momo, quien se transformó en el dueño indiscutido de la fiesta, logrando la aprobación de todos, incluyendo de las máximas autoridades oficiales, que se cristalizó en la entrega simbólica de la llave de la ciudad entregada por el Intendente Municipal, Mario Bonfigli.
Custodiando al Rey Momo, las murgas de los representantes de los talleres de mascaras lucieron sus creaciones, junto con trajes y bailes alegóricos, y la Murga del Churro, con sus 70 participantes irradiaron pasión mostrando un espectáculo que lleva 10 años de vida.
Luego del desfile, se montó un escenario en una esquina que tuvo como marco inmejorable a El Tajamar, espejo de agua trascendental en la ciudad, donde los protagonistas pudieron disfrutar de un gran espectáculo y de un gran cierre a cargo del grupo altagraciense La Clave, finalista del programa televisivo Talento Argentino. Luego de que el pueblo de Alta Gracia les mostrara su apoyo a los cantantes, se continúo la fiesta de carnaval en Romelia Arte Bar.
De esta forma, la ciudad disfrutó de uno de los fines de semana largo más convocantes de los últimos tiempos. Carina Chiuchich, Secretaria de Turismo de Alta Gracia, manifestó que se alcanzó una ocupación hotelera de 98,3 por ciento y destacó la participación de la comunidad local que adoptó nuevamente la fiesta de carnaval, haciéndola propia y compartiéndola con visitantes de todas las latitudes.