Constituye además, parte del patrimonio colectivo y la identidad que diferencia a un pueblo de otro. De allí su importancia como producto turístico cultural de nuestra Ciudad. Cada vez con mayor intensidad, la atracción de la gastronomía y la actividad cultural de Buenos Aires se refleja en las preferencias de los viajeros que visitan nuestra Ciudad. En este aspecto, así como la declaración del Tango como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO fortaleció su impronta en el mundo, la gastronomía porteña y el conjunto de sus elementos identitario como los bares notables, las pizzerías de valor patrimonial, las parrillas conforman un imaginario donde la gastronomía rioplatense se proyecta con una fuerte visibilidad, única e irrepetible.
El crecimiento de este posicionamiento adquiere cada vez mayor visualización en las principales guías turísticas del mundo. La extensión de los capítulos dedicados a la oferta gastronómica porteña va ganando mayor extensión de desarrollos editoriales.
Varias de las guías internacionales de turismo más renombradas le dedican un importante número de páginas a las recomendaciones para comer en Buenos Aires, que todas coinciden en nombrarla como la capital de la carne, la pizza y la pasta.   
La inglesa Time Out de Buenos Aires describe las variadas posibilidades entre el bife de chorizo en las parrillas porteñas hasta la comida asiática, sobretodo la japonesa y por otro lado, la peruana de “excelente calidad” en la Ciudad. Realiza una serie de recomendaciones en las distintas zonas de la Ciudad (centro, sur y norte) de parrillas, bodegones, bares, cafés, restaurantes temáticos y de cocina internacional  y le otorga un espacio especial a la pizza, la manera de de cocinar carnes, el dulce de leche y los vinos.  
La brasileña Quatro Rodas dedicada a Buenos Aires, estratégica por el mercado en que publica, el primero para la Ciudad- 859.000 brasileros en 2010 viajaron a Buenos Aires-, alaba principalmente la carne, el vino Malbec  y las empanadas en nuestra capital. Destaca una buena ecuación precio-calidad. Releva los restaurantes de comida española, italiana y francesa y aquellos que funcionan dentro de los grandes hoteles como una muy buen opción. Un aparte menciona los imperdibles cafés de Buenos Aires.
Para la guía francesa Michelin de Argentina, hace muy pocos meses presentada en Buenos Aires, más que de la gastronomía en Buenos Aires desarrolla editorialmente la afición de los porteños por la buena mesa y la calidad de los productos que caracterizan la cocina local. Destaca dentro de la oferta gastronómica porteña el sabor, consumo y las diferentes preparaciones de la carne asada. En este sentido subraya el consumo de carne anual por persona de los argentinos: 60 kg contra el de los franceses estimado en los 25 kg. Asimismo describe como curiosidad el tamaño y peso  de los cortes al que describe como quantités impresionantes y se sorprende   en el hecho que el trozo o corte de un pequeño bife de lomo o bife de chorizo pese más de 500 gramos. Varios renglones elogian  especialmente el mate, el dulce de leche, los alfajores y el budín de pan. Recomienda como imperdible los helados y los originales gustos como el de dulce de leche, nuez o vino.   
Pero a la Ciudad le faltaba un evento que reflejara su patrimonio gastronómico. El último fin de semana largo fue ocasión para invadir los espacios de la Ciudad con una semana gastronómica a pleno, una acción que aunó esfuerzos conjuntos del sector público y privado en la primera edición de Probá Buenos Aires, compartida con la Asociación de Hoteles, Restaurantes, Confiterías y Cafés de Buenos Aires (AHRCC) y el Ente Turismo porteño. Historias de cocina contadas por sus escritores, en su mayoría reconocidos chefs, y a su vez disfrutar de clases magistrales de gastronomía en lugares emblemáticos de la ciudad como Parque Lezama, Recoleta, Plaza de Mayo,  Belgrano y aprovechar descuentos y promociones en restaurantes, bares y pizzerías porteñas, formaron parte de una inédita programación disfrutada por porteños y turistas.   
La semana gastronómica integró además al arte de la fotografía y de las recetas familiares. Un concurso fue realizado entre los alumnos de distintas escuelas porteñas cuyo desafío fue rescatar viejas o vigentes recetas familiares. Una experiencia que permitió enriquecer la semana con recetas que hablan de distintas culturas-la italiana, la española o la peruana, por citar algunas- que conviven en las escuelas porteñas de un barrio, en este caso el de Flores.  Por otro lado, se organizó el concurso fotográfico  “Parrillas de Buenos Aires”, en forma conjunta con el Foto Club Buenos Aires, recreó con miradas absolutamente diferentes lo que implica el asado para los argentinos y porteños.
La Ciudad de Buenos Aires continúa trabajando la diversificación de su oferta en forma permanente y en sus distintos barrios. La puesta en valor de la glorieta de Barrancas de Belgrano donde funciona Milonga Abierta con cientos de porteños y turistas que se encuentran cada fin de semana a bailar tango  o la próxima Fiesta de la Poesía que se realizará por primera vez en la Plaza Flores, hablan del fortalecimiento de la identidad porteña, que atrae año a año, cada vez más visitantes