El país cada vez se vuelve un prospecto más interesante en el mundo en organización de congresos. Muchos centros de convenciones se construyeron y se están por construir, pero la Ciudad de Buenos Aires, principal puerto de estos eventos en la región, aún no tiene uno propio.

El Turismo de Reuniones ha cobrado gran valor en nuestro país. Con el paso del tiempo en los últimos años son varios los destinos que se han proclamado bajo la bandera de “aptos para congresos y convenciones” gracias a la construcción de sendos centros para albergar los eventos.

Liderazgo e inversiones
Es tal el impacto que ha tenido esta modalidad y su consecuente veta comercial, que en lo que va del año “se invirtieron 200 millones de dólares para levantar nuevos centros de convenciones en el interior del país, que ya abrieron o lo harán en 2010”, según datos proporcionados por Fernando Gorbarán, presidente de AOCA.
El ejecutivo destacó que Salta inauguró un centro de convenciones para 3.000 personas, con un préstamo del BID; Catamarca y Comodoro Rivadavia, Chubut, tienen nuevos complejos. Rosario estrenó este año dos centros, uno junto al hotel y casino City Center y otro en el hotel Ros Tower. Córdoba tendrá salones en el hotel Quorum y Mendoza sumará un espacio en el Intercontinental, por estrenar.
Hoy, gracias a un plan de marketing público-privado que data de 2007, la Argentina escaló varias posiciones en la organización de congresos y reuniones internacionales en los últimos años y, según la última medición realizada por la International Congress and Convention y Association (ICCA), es el país número 19 en todo el mundo en cuanto a cantidad de congresos organizados, lo que la ubica segunda en toda Latinoamérica, con sólo Brasil por delante. Más auspicioso es el caso de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en este aspecto que se encuentra en el puesto número 11 gracias a las 90 convenciones a realizarse en sus límites, lo que la ubica como el destino líder de toda la región.

Un gran negocio que se escapa
A pesar de todo lo que evidentemente implica Buenos Aires para el Turismo de Reuniones, hoy la ciudad carece de un centro diseñado expresamente para Congresos y Convenciones, un mercado que se estima que en 2010 generará ingresos por $ 2.500 millones este año. Hoy, si hay un gran congreso, se hace obligatorio adaptar cuanto antes los pabellones de La Rural o Costa Salguero, lo que implica “un mayor costo, porque son para exposiciones”, según explicó el presidente de AOCA y además fue terminante al aclarar que “promocionamos el destino, que creció mucho, pero no tiene sentido si no tenemos suficiente lugar”.
Para Mariano Castex, miembro del Board de ICCA y director Gerente de MCI Argentina, en vez de pensar en crear un nuevo centro “hay que pensar estratégicamente y mejorar lo que se tiene, darle valor agregado, las conferencias tienen exposiciones y las exposiciones tienen conferencias., por eso sería interesante aprovechar la zona de La Rural.” Consultado sobre las razones por las cuales hoy Buenos Aires carece de un lugar específico para reuniones Castex apunta a que “en los últimos años ha habido una falta de política de estado en relación de este tema.”
Si bien Buenos Aires sigue concentrando la mayoría de los congresos, las aperturas de nuevos centros de convenciones se realizaron en el interior lo que produjo un consecuente crecimiento en la actividad. “Hay una deuda pendiente en Buenos Aires, hace tiempo que el sector reclama un Palacio de Congresos, ya sea público o privado. Es necesario para poder seguir creciendo”, destacó Gorbarán. Con respecto al proyecto que desde hace años tiene La Rural declaró que no pudo concretarse  “por quejas de vecinos”.  
Con vistas al futuro es necesario mirar hacia los costados y tener en cuenta que la competencia cada vez será mayor. A Castex le preocupa “lo que pueda suceder con Argentina en 2014 y 2016 porque Brasil está invirtiendo mucho en infraestructura, y una de las partes son los centros de convenciones. Alrededor de las Olimpiadas hay como 120 congresos. Los países de la región va mejorando su infraestructura y la Argentina se queda.” En el caso específico de Buenos Aires la alerta es aún mayor ya que “está en el techo de su oferta, lo que genera un aumento de precio y nuestra actividad es sumamente sensible a esto, y la infraestructura en un evento es parte importante del presupuesto.”

Con el Estado alcanza

Mariano Castex desecha mitos sobre la necesidad de inversores privados para la creación de un centro adecuado: “Es una falacia que los centros de convenciones tengan que ser privados, cuando los centros comerciales en el mundo la mayoría son de la ciudad en la que están y en algunos casos la operación puede ser pública, mixta o privada. La construcción se hace por la ciudad o por los gobiernos federales, dependiendo