¿Maltrato o mala comunicación?
Cuando los medios de comunicación masiva destacan como noticia de primer orden que cinco argentinos fueron rechazados en Barajas falta poco para que la opinión pública pida cortar relaciones diplomáticas con España. ¿Cuál es la verdad detrás de la trama?
Que exijamos visado a los españoles, que los tratemos mal, que les pidamos los mismos requisitos de ingreso a nuestro país y un pedido de explicaciones a las autoridades españolas fueron sólo algunas de las voces que se hicieron escuchar en los últimos días después que los diarios de tirada nacional y noticieros de radio y televisión dieran a conocer el caso de cuatro o cinco compatriotas que quisieron entrar a Europa por España y “sufrieran la humillación” de no ser admitidos.
El diario La Nación inclusive hizo una encuesta en la página web y el 90% de los consultados cree que Argentina debe pedir más requisitos a los españoles. ¿No será que estamos creando una noticia allá donde no la hay?
Los motivos
Para poner negro sobre blanco en esta absurda situación hablamos con el Director de la Oficina Española de Turismo; Julio Moreno Ventas, quien ya hace unos meses se había referido a este tema y esto nos decía: “Esta situación empieza a tornarse aburrida. A veces cuesta entender porqué se está produciendo esto, porque no es nueva ni obedece a que se hayan adoptado medidas más severas para el ingreso a Europa, ni España ha puesto nuevos controles. Esto arranca en el año ’94, cuando España firma un acuerdo paneuropeo donde se establecen las medidas que van a adoptar para el ingreso de turistas extranjeros a la Comunidad Europea (ver pag 20).
Siempre ha habido casos de rechazo de personas que al momento de ingresar le falta cumplir con algunos de esos requisitos necesarios.
Esos rechazos, que son anecdóticos, se elevan a la categoría de filosofía de entrada cambiante, que en realidad no es así. La normativa aplica no sólo en España, sino en toda Europa, lo que pasa es que la mayoría de los argentinos entra por Madrid.
Entre los requisitos hay una doble opción: o realizas un viaje en el que tienes reservado hotel durante toda tu estancia en España o Europa, o la otra opción es que un residente la CE te haya invitado. Quizás a lo mejor el requisito de la carta de admisión es engorroso, porque no vale cualquier carta, y ahí comienzan los problemas. Está claramente especificado que es una invitación, que tiene que tramitar el que invita y debe tomarse la molestia de ir a una comisaría de la policía de España y pagar un monto en Euros.
Hay gente que para evitarse ese trámite envía un correo electrónico o una carta cariñosa de amigo, y ahí comienzan los problemas porque si el funcionario pide la carta por alguna razón y no está tramitada debidamente, ésta es rechazada.
En el 90 por ciento de los casos creo que la dificultad en el ingreso estriba en no tener la carta de invitación.
Todo esto al final, pasa en España como pasa en cualquier país del mundo. Tu llegas a inmigración y puede darse el caso que el funcionario que te atiende no ha dormido bien, se ha peleado con su esposa y se desquita contigo, pidiéndole hasta que enseñe hasta el certificado de nacimiento (risas).
Cifras que lo dicen todo
Los rechazos son inferiores al 1 por ciento. El año pasado ingresaron un 39 por ciento más de argentinos que en 2008, lo que significó un total de 295 mil argentinos. De ese total, no llegaron a mil los rechazados.
Se están dando cifras en otros medios que no sé de dónde salen, que no se condicen con los datos oficiales.
Es una pena porque las relaciones entre ambos países son magníficas. El otro día, me consta, estuvo nuestro embajador en la Cancillería argentina y se puso de manifiesto que no hay un problema real, ni que se ha agravado la situación.
Sé que hasta agosto de este año, el número de rechazados era inferior al del año pasado.
¿Qué interés hay en asustar a la gente? Lo vemos aquí diariamente en nuestro mostrador de información, la gente viene y dice “ahora que ustedes se han puesto tan rigurosos” y nosotros nos manejamos igual que siempre. De hecho no hemos recibido consultas de entidades oficiales, porque todo está claro, y eso es lo que más te choca.
En todos los casos hay algún motivo, lo que pasa es que no se cuenta. Ese motivo, lo confieso, puede estar unido a un mayor o menor grado de flexibilidad por parte del funcionario de inmigración.
A los amigos argentinos que me preguntan sobre el tema, les pregunto, ¿Has ido alguna vez a Estados Unidos, pues entonces de qué te asustas?
Desde la AAAVyT