Barreal es un pequeño pueblo ubicado en el Valle de Calingasta a tres horas y media de viaje de la ciudad de San Juan. Un oasis precordillerano emplazado en la aridez del desierto sanjuanino que es sede de partida de una importante cantidad de excursiones de turismo aventura que se realizan en la tierra del Zonda. Aquí la aventura se vive a través de cabalgatas a lomo de mula y a caballo entre álamos y sauces; en excursiones en mountain bike por la montaña; haciendo rafting en el río Los Patos; en travesías hacia Laguna Blanca, a poco más de 3.000 metros de altura, donde se llega –exclusivamente- mediante vehículos 4x4. Y, por supuesto, a través del carrovelismo.

A 30 km de Barreal, la Pampa de Leoncito -o Barreal Blanco- es la planicie terrosa más vasta de Sudamérica. Tiene 12 km de largo y 5 km de ancho. Por los vientos que aquí soplan y por su inclinación casi nula, es una de las pistas preferidas para la práctica de la náutica a carrovela en la Argentina. Alguna vez fue una laguna; hoy, todo lo que se observa es un terreno de arcilla prolijamente agrietada, tan compacto que nada parecería atravesarlo. La desértica blancura del lugar es, en verdad, estremecedoramente fascinante. En términos científicos esta pampa es el resultado de inclementes aluviones que arrastraron sedimentos y polvo arcilloso. Aunque la leyenda popular dice que es un castigo divino a los habitantes originarios del lugar, los huarpes, que dependían de ese lago para sobrevivir y que durante mucho tiempo se quejaron incesantemente del fuerte viento que los azotaba. Ese mismo que hoy resulta, de septiembre a marzo, en el disfrute absoluto de los viajeros que se animan a los windcars, sean expertos listos para los monoplaza o los recién llegados que se divertirán a bordo de los biplaza en compañía de los guías del lugar.

Importante: En Pampa del Leoncito no hay ningún tipo de servicios.