Buenos Aires es una de las capitales mundiales del teatro. Hay, básicamente, tres circuitos teatrales en la ciudad: el "público u oficial", conformado por las salas de dependencia estatal, donde se representan (mayormente) obras clásicas y textos de grandes autores; el "privado o comercial", alrededor de la Avenida Corrientes, donde prima la rentabilidad y el buen humor; y el "alternativo", en la zona del Abasto -otrora barrio del Mercado Central de Buenos Aires-, y en los barrios de San Telmo y Palermo donde se emplazan pequeñas salas dedicadas al teatro independiente.

Teatro Público
El circuito público está presidido por el Complejo Teatral de Buenos Aires (CTBA) -con el Teatro San Martín al frente, junto a los teatros De la Ribera, Presidente Alvear, Regio y Sarmiento-, el Teatro Nacional Cervantes y el Teatro Colón, donde se puede asistir a representaciones clásicas y a versiones innovadoras del teatro universal y la ópera, la lírica y el ballet.

Teatro Comercial
El circuito comercial tiene su corazón en la Avenida Corrientes y se manifiesta en todo tipo de géneros: comedias musicales, espectáculos de tango, revistas y versiones locales de obras representadas en todo el mundo.

Teatro Alternativo
Hay un circuito alternativo o de teatro off concentrado en el barrio del Abasto y con representantes, también, en los barrios de Palermo y San Telmo. Aquí abundan las puestas en escena de jóvenes creadores y cada día de la semana, de lunes a lunes, se concentran hasta trescientos títulos. Y en el sur de la ciudad hay espacios, igualmente interesantes, dedicados al llamado teatro comunitario o "de vecinos".

En cualquiera de sus formas, la enorme afición de los porteños al teatro conlleva una importante rotación de público –y creativos- en todas las salas. Y, para el viajero interesado en las artes escénicas, se vuelve una experiencia absolutamente imperdible.