El verano en los parques nacionales
Ante el inicio de la temporada estival y como cada verano, los Parques Nacionales de Argentina esperan a los visitantes que buscan sus espacios naturales para disfrutar de vivencias únicas en los diversos ambientes que ofrece el país.
Con los ríos y esteros como protagonistas, los parques ofrecen aquí su versión de verano para los amantes del calor con jornadas ideales por las mañanas para tomar las primeras imágenes y al atardecer para la observación de fauna.
El Parque Nacional Iguazú, en Misiones, es el más visitado del país y posee un área con múltiples servicios al visitante que puede intercalarse con visitas a las comunidades cercanas. El Área Cataratas reúne una serie de atractivos que vale la pena recorrer para entrar en contacto intenso con la selva paranaense, iniciando la experiencia con una visita al centro de interpretación Yvyrá Retá.
Desde allí se abre un abanico de posibilidades para disfrutar de los circuitos, senderos y excursiones que ofrece el parque, declarado por la UNESCO como Sitio Patrimonio Mundial. Navegar entre los saltos de agua, disfrutar de las vistas que ofrece la red de pasarelas y balcones o subirse al Tren de la Selva son algunas de las opciones para los veraneantes de las “aguas grandes”.
Por su parte, en Corrientes la biodiversidad presente en el Parque Nacional Iberá lo convierte en una de las áreas protegidas de mayor riqueza de la Argentina. Los Esteros, además de representar uno de los humedales más importantes del país, albergan especies con un frágil estado de conservación como el ciervo de los pantanos, el venado de las pampas, el aguará guazú y una amplia variedad de aves.
Todos los accesos al área protegida son libres y gratuitos y se recomienda siempre antes de ingresar contactarse con las oficinas de informes turísticos de cada localidad de referencia: Ituzaingó para el portal Cambyretá; Carlos Pellegrini para Laguna Iberá y San Miguel para San Nicolás. Cada uno de estos núcleos presentan múltiples alternativas para entrar en contacto con un ambiente de pastizales y lagunas.
Hacia el Oeste de la provincia, en la ciudad de Mburucuyá se pueden realizar paseos en carro y en tren, caminatas al mirador de la Cañada Fragosa y cabalgatas por los alrededores. Además, se organizan visitas al Museo del Chamamé y al anfiteatro Eustaquio Miño, sitios característicos de esta localidad correntina en la que se realiza la Fiesta Nacional del Auténtico Chamamé Tradicional durante el mes de febrero.
A 25 kilómetros del centro urbano, el Parque Nacional Mburucuyá ofrece una red de senderos autoguiados y áreas de uso diurno para disfrutar de un refrigerio. Los senderos ofrecen encuentros ocasionales con la fauna de los montes, poblados por corzuelas y monos carayá. La senda Yatay conduce al muelle que se interna en el Estero Santa Lucía, donde se pueden observar garzas, cigüeñas, gaviotines, lobitos de río y ciervos de los pantanos.
Sobre el Río Uruguay, y consolidado como uno de los atractivos más importantes de Entre Ríos, el Parque Nacional El Palmar es un área protegida con historia, que ha conservado sus tradicionales senderos vehiculares y peatonales cuyo diseño permite planificar los recorridos con ambas modalidades de acuerdo a las posibilidades de cada visitante.
Los servicios al turista se completan con actividades como caminatas interpretativas con guías habilitados, camping, paseos náuticos, cicloturismo y avistaje de flora y fauna.
Sierras cordobesas
Ubicado en la Pampa de Achala, en el Camino de las Altas Cumbres, el Parque Nacional Quebrada del Condorito se encuentra a 55 kilómetros de Carlos Paz, el mayor centro de servicios turísticos de Córdoba.
Una vez realizado el registro en el Centro de Visitantes, se accede al sendero peatonal que conduce hasta el Balcón Norte de la Quebrada, donde se puede ver a los cóndores con sus crías. En esta área protegida se permite el acampe libre en dos sectores del noreste (Cañada y Pampa Pajosa, cerca del Balcón Norte) y en La Trinidad, cercano a la seccional de guardaparques. Todos los sitios de acampe son agrestes, sin servicios y no está permitido hacer fuego.
Patagonia fantástica
En los Parques patagónicos próximos a la Ruta 40 existen emblemáticas áreas de acampe en las que se puede practicar pesca deportiva y senderismo, ofreciendo una combinación ideal para alternar experiencias en un entorno de lagos y montañas. Son más de mil setecientos kilómetros de pura Patagonia andina que suman excursiones náuticas, cabalgatas y rafting a esta oferta única de actividades que comparten Lanín, Nahuel Huapi, Los Arrayanes, Lago Puelo, Los Alerces, Perito Moreno y Los Glaciares.
El Parque Nacional Lanín está ubicado al suroeste de la provincia de Neuquén y sus tres zonas (Sur, Centro y Norte) proponen diversas actividades vinculadas a los pobladores y a las comunidades mapuches.
Las culturas y la historia de cada paraje acompañan al visitante en su travesía desde el circuito turístico de los lagos Lácar y Nonthué, con base en San Martín de los Andes, hasta las tres cuencas lacustres vinculadas a Aluminé (Quillén, Rucachoroy y Norquinco); pasando por la zona de influencia de Junín de los Andes, en el acceso a los lagos Huechulafquen y Paimún.
Siguiendo hacia el sur por el oeste del Neuquén, la Ruta de los Siete Lagos conduce hasta el Parque Nacional Los Arrayanes, en la Península de Quetrihué, vinculado a Villa La Angostura, que ofrece una red de senderos con increíbles vistas hacia los lagos de la zona. Se destaca el mirador Arrayán, que comienza con un sendero escalonado de dificultad media y finaliza con una panorámica del lago Nahuel Huapi, la Bahía Brava, la Isla Fray Menéndez y la espectacular Cordillera de los Andes.
El Parque Nacional Nahuel Huapi, emplazado entre Neuquén y Río Negro tiene como centro a su lago homónimo y como cabecera a la ciudad de San Carlos de Bariloche. Esta área protegida ofrece decenas de alternativas para el visitante, tanto en su variada oferta gastronómica de platos típicos como en los paseos náuticos que permiten conocer dos hitos de la historia local: la Isla Victoria, con su trayectoria de investigaciones forestales, y Puerto Blest, el sitio donde hace más de 115 años nacieron los parques nacionales.
Ingresando a Chubut, el Parque Nacional Lago Puelo se encuentra 16 kilómetros al sur de El Bolsón, el centro de una comarca con una impronta marcada por el trabajo de los artesanos y las pequeñas fábricas familiares de dulces y conservas. En la zona existen hoteles, hosterías, cabañas, hospedajes, campings, restaurantes, locales de comida rápida y estaciones de servicio para asegurar una buena estadía. En el parque nacional, el área recreativa de la cabecera norte del lago presenta el Camping Agreste Delta del Azul, que cuenta con más de cien fogones, proveeduría, luz eléctrica, sanitarios y agua caliente.
A 50 kilómetros de la ciudad de Esquel y a 25 de Trevelin, sobre el límite internacional con Chile, se encuentra el Parque Nacional Los Alerces, que en el 2017 fue incorporado al listado de Sitios Patrimonio Mundial de la UNESCO. El centro operativo y la sede administrativa del parque se encuentran en Villa Futalaufquen, donde se puede recorrer el Centro de Visitantes y una serie de senderos de baja dificultad para conocer los alrededores. La Ruta Provincial 71 permite incursionar en diversos puntos panorámicos y áreas de servicios que suman posibilidades para alargar la estadía en la tierra del Alerzal milenario.
De camino al sur de Santa Cruz, la Ruta 40 acerca al viajante al Parque Nacional Perito Moreno, vinculado a Bajo Caracoles, Lago Posadas y Gobernador Gregores. Un espacio de inmensas estepas, lagos de origen glacial y montañas de piedra que ofrece nuevos refugios para visitantes. Uno de ellos es el ubicado en el Valle del Río Lácteo, con vistas al Cerro San Lorenzo, entre los más importantes de la Patagonia austral argentina.
Más adelante en el recorrido, El Calafate y El Chaltén son las localidades que sirven de base operativa para las excursiones al Parque Nacional Los Glaciares, el más extenso del país. Campos de hielo, glaciares centenarios y sendas únicas entre bosques y montañas ponen de manifiesto la magnitud del paisaje que rodea al visitante.
Excursiones náuticas, caminatas sobre el hielo y una extensa red de senderos con diverso grado de dificultad hacen de esta área protegida el lugar ideal para combinar distintas actividades como pesca deportiva, trekking, camping y avistaje de fauna.
Para acceder a los confines australes, se puede hacer un puente aéreo hasta Ushuaia, o bien seguir la ruta y llegar por tierra hasta el Fin del Mundo para conocer el Parque Nacional Tierra del Fuego, donde los Andes y sus bosques se juntan con el mar. Navegar los canales fueguinos, caminar por senderos rodeados de lengas, disfrutar de las historias del siglo pasado a bordo del Tren del Fin del Mundo o animarse a embarcar en los cruceros que visitan la Antártida en temporada estival para llegar al continente blanco figuran entre las múltiples opciones.
Fauna marina austral
Camarones es una localidad costera del Chubut de 2.000 habitantes, al norte del Golfo San Jorge, que conforma uno de los sectores costeros más relevantes en términos de diversidad biológica de la Patagonia atlántica. Su acceso vial es a través de la Ruta nacional 3, en el tramo que une Trelew y Comodoro Rivadavia tomando el empalme de la Ruta Provincial 30 hasta el mar.
Es la puerta de acceso y sede administrativa del Parque Interjurisdiccional Marino Costero Patagonia Austral, el primero de su tipo y que comprende desde hace diez años un Área Protegida de más de cien kilómetros de costa y unas 42 Islas, en un área de 500 kilómetros cuadrados de superficie. Ideal para avistar fauna marina en verano, intercalando con balnearios y jornadas de pesca deportiva cuenta con una gran pingüinera en la reserva provincial Área Natural Protegida Cabo Dos Bahías, núcleo principal de los sitios habilitados para el turismo en la zona.