La reserva Yacutinga es un oasis dentro de un oasis. Este complejo eco turístico se presenta como paradigma de turismo sustentable en el país y es el único lodge de selva que puede llevar este título. Sus habitaciones son provistas con el agua caliente que genera la optimización del uso de la energía solar y de calentadores eléctricos sin polución. Otro rasgo de ‘amigo del medioambiente’ es la piscina. Para reducir su gran consumo de agua y energía se ha diseñado un sistema que utiliza el agua de lluvia, la cual es recolectada en los amplios techos del edificio principal. El torrente de agua de lluvia es dirigido hacia la pileta y forma una cascada artificial que barre las hojas caídas, logrando una limpieza natural con un mínimo uso de cloro.  Un sistema adicional de filtrado de aguas sucias se ha diseñado en todos los baños del establecimiento. Conocido como ‘pantano de ingeniería’ consiste en la utilización de plantas de suelos saturados (como pantanos), cuyas raíces están preparadas para absorber los nutrientes que existen en las aguas estancadas. Asimismo, los edificios no poseen ventiladores ni aire acondicionado, arquitectónicamente se han diseñado para crear en su interior un flujo de aire fresco, el cual proviene del soto-bosque circundante e ingresa por debajo de los cimientos.

Senderos secretos
Pero esto no es todo. Localizado sobre la costa del río Iguazú Superior este refugio privado de vida silvestre protege 570 hectáreas de intrigante selva y permite conocer todos sus secretos. Los guías especializados y capacitados son baqueanos guaraníes de la comunidad vecina Kagui Pora que le transmiten al visitante los misterios que alberga este santuario natural. ¿Sabe por qué las lianas crecen en forma de espiral? También, enseñan a leer las huellas de la fauna silvestre y a interpretar las señales de la naturaleza que acompañan todos los paseos. Una red de senderos permite vivir la selva desde adentro.  Cualquiera de los ocho senderos de la reserva – que en total suman 22 kilómetros-, basta para sumergirse en un caos clorofílico.
De noche en la selva
Cuando el sol deja de iluminar, la noche le imprime una mística especial a la selva. Este momento del día propone un paseo a uno de los pantanos ubicados en el área de Reserva Natural, donde el atardecer permite observar tucanes trabajando en sus nidos. Los sonidos nocturnos de la naturaleza producen una sinfonía muy compleja; lechuzas y búhos comienzan su actividad y la inmensidad de la Vía Láctea completa el cuadro.

Más cerca del agua

Las aguas mansas de la selva son muy importantes para el ecosistema, siendo auténticos corredores de vida. Recorrer estas aguas es relajante y  provee la oportunidad de transitar en silencio el bosque en galerías. Es común encontrar en las costas de estas aguas "lamederos" (manchas de salitre), las cuales son muy buscadas por la fauna silvestre. Por tanto, es fácil descubrir huellas y rastros de animales en estas costas barrosas. Otra de las propuestas es la  navegación en kayaks  por el río Iguazú Superior o el riacho San Francisco, que rodean la reserva. A la vez, el guía enseña a leer y comprender el comportamiento de estos animales, que parecen entender –mucho mejor que las personas-, este delicado y perfecto equilibro natural.
Es así como Yacutinga y su ambiente rico en biodiversidad, conformado por árboles ancestrales, plantas medicinales, orquídeas, bromelias, mariposas, escarabajos, aves y mamíferos es una excelente alternativa para pasar unos días en lejos de las multitudes que se movilizan para este descanso de mitad de año.
Más informació