A una altitud de 14 kilómetros alcanzada por el avión portador, una vez liberada, un propulsor de cohete aceleró la nave a una velocidad supersónica, hasta los 1.470 kilómetros por hora. El aparato se elevó varios kilómetros más y no se salió de la estratosfera, algo reservado para un segundo lanzamiento.

El vuelo libre solo duró diez minutos. Después los dos pilotos que iban a bordo lograron aterrizar de una manera segura en una pista situada en el desierto de Mojave (California, EE.UU.). A las 15.00 GMT finalizó la prueba.

“Por primera vez fuimos capaces de probar todos los componentes claves del sistema, íntegramente ensamblado y en vuelo”, señaló el multimillonario británico Richard Branson, fundador y patrocinador principal del proyecto. En su opinión, es “un objetivo realista” efectuar el primer vuelo completo a finales de año.

Para subir al borde del espacio, tal y como contempla el proyecto comercial, los vuelos posteriores deben ser mucho más largos. El SpaceShipTwo deberá alcanzar los cien kilómetros de altitud, que la Federación Aeronáutica Internacional ha bautizado como la línea de Karman (desde donde se inicia el espacio).

Más de 500 personas de distintos países del mundo ya tienen reservadas sus plazas a bordo de la nave suborbital de Virgin Galactic. Cada uno de los futuros turistas cósmicos han depositado 200.000 dólares por su corto vuelo hacia el espacio y todavía no se sabe si ese será el precio final del mismo.
 
Fuente: Aero La