El desarrollo de la isla, que llevó varios años, consistió en una transformación de lo que alguna vez fue un sitio de excavación de arena industrial en un impresionante destino tropical, con la inclusión de la conformación de las aguas circundantes en una florecientes reserva marina. MSC se comprometió a desarrollar el lugar de la manera más ecológica y sustentable posible.

Si bien la compañía había anticipado que la isla estaría abierta al público a mediados de noviembre, algunas condiciones climáticas adversas y desafíos operativos inesperados retrasaron la apertura. Luego del paso del huracán Dorian, que imposibilitó la movilización de 600 trabajadores, la MSC tomó medidas para poder entregar el proyecto a tiempo. Pero los fuertes vientos y el oleaje posteruires causaron varios días de interrupciones que derivaron en retrasos adicionales.

El compromiso de la empresa siempre fue proteger, restaurar y conservar el cayo. Es por eso que en los próximos meses presentará un Centro de Conservación y un próspero vivero de corales en la isla, que servirá como una base activa para la educación e investigación de estas especies.

Cuando lleguen los huéspedes, serán recibidos por vistas de aguas cristalinas y algunas de las playas de arena blanca vírgenes. Además, la estadía contará con excursiones en tierra y actividades en la playa y el océano, así como también con bareas y amplias opciones gastronómicas.