El elegante conjunto de  edificios de 15.000 m2 fueron creados en armonía con la naturaleza y cumpliendo de manera estricta con las normas ambientales de la reserva del Parque Nacional Iguazú. El hotel, de cinco estrellas, ofrece 162 habitaciones, entre Studios y Suites y 8 cabañas instaladas en terrenos bajos desde cuyas terrazas se puede disfrutar la vista del Rio Iguazú en pleno.
Frente al vigor de la selva misionera y la tierra colorada, Loi Suites Iguazú está conformado por cuatro edificios de habitaciones ubicados en media luna y unidas entre sí hacia el edificio central con pasarelas.  Un punto fundamental: su altura no supera el promedio de la altura de los árboles que conforman la selva subtropical donde se emplaza el hotel (alrededor de 15 metros) y se vinculan con el cuerpo central a través de cuatro pasarelas que, pese a estar construidas con técnicas modernas, emulan los puentes que hacían los indios de la región con cuerdas trenzadas y maderas para salvar los quiebres de una abrupta geografía.
Loi Suites Iguazú ocupa un predio de diez hectáreas en la selva y  se accede desde la Ruta Nacional 12, después de recorrer un camino provincial pavimentado. La entrada, ubicada en una curva, puede pasar desapercibida y el hotel, incluso, resulta imperceptible gracias  al fuerte declive del terreno hacia el río Iguazú que lo limita en su borde inferior. El entorno se potencia con los 800 m2 de piletas que constituyen el corazón de Loi Suites Iguazú y son el sitio ideal para tomar sol, nadar, jugar en el agua, conversar, leer bajo los árboles, beber copas y disfrutar de exquisitas comidas elaboradas en la casa.
Las piletas asociadas presentan pequeños desniveles que alegorizan irregularidades con el terreno y responden, fiel al estilo del complejo, al principio general de ocupación del espacio y de valoración del elemento selvático.
Al escenario natural se suma el alto nivel de los servicios prestados por el personal en un clima distendido y cordial. El gimnasio, la sala de juegos para chicos y el Spa Namasthé, de inspiración oriental, desprende el aroma inconfundible de aceites esenciales empleados en su variada carta de masajes. Además se pueden tomar baños sauna (hay para mujeres y para hombres) o recorrer el circuito de aguas a distintas temperaturas y presiones.
Al llegar cada huésped es recibido con un trago de bienvenida que ya le permite relajarse y prepararse para pasar unos días de vacaciones diferentes. Los platos del restaurante Naipi son selectos y durante el día es posible aprovechar las propuestas del Tiki Bar y Snack. Además posee su propio muelle sobre el río.
Al complejo se suma un amplio espacio para congresos y eventos y un business room para el viajero de negocios, que puede acceder a internet en cualquier sitio sin cargo.
En el lobby del hotel se proponen una gran cantidad de actividades para realizar durante el día.  Visitas al Parque Nacional, trekking, navegación por el río Iguazú, cabalgatas, canopy, kayak y demás se suman al shopping que ofrece no sólo Puerto Iguazú ubicado a cinco kilómetros del hotel, sino sus vecinas Ciudad del Este en Paraguay  y Foz de Iguazú en