De visita en Londres el pasado 12 de febrero, el Ministro de Turismo de Egipto, Hisham Zaazou, dialogó con la prensa británica sobre los desafíos que afronta su país dede hace tres años. El funcionario aseguró que las protestas y la represión que se dieron en El Cairo con motivo del tercer aniversario del estallido de 2011 dio como resultado generalizado una percepción negativa de Egipto a nivel internacional en tanto destino seguro para los turistas.

"Los conflictos que seguimos enfrentando en el camino a la democracia son entre egipcios y se centran exclusivamente en nuestra capital, El Cairo. Los visitantes internacionales no han sido blanco de ataques", declaró Saazou.
"De todos modos -continuó el ministro- lo que pasa en El Cairo es percivido como si sucediese en todo Egipto, lo que, simplemente, no es el caso. Ante esta situación, hemos adoptado la decisión pragmática de no promocionar El Cairo y focalizar en el resto de Egipto: Luxor, Aswan y el Mar Rojo. Hay un millón de kilómetros cuadrados de país más allá de El Cairo que son muy atractivos para el visitante británico".

Turismo internacional cayó un 90%
En Septiembre de 2013, sólo 300.000 turistas visitaron Egipto, una pérdida del 90% comparado con Septiembre de 2012. Con cuatro millones de egipcios directamente dependientes del turismo, y más de 16 millones indirectamente dependientes, Zaazou habló francamente de su compromiso con la reversión de esta percepción internacional negativa sobre Egipto.
"Estamos adoptando una triple estrategia para revivir el turismo. Primero, estamos trabajando para desarrollar y restaurar los vuelos internacionales, como la ruta Londres-Luxor de EgyptAir -que recomenzó en el 17 de febrero-. En segundo lugar, estamos llevando una adelante una campaña agresiva de comnunicación incluyendo social media y blogs. Y en tercer lugar, estamos trabajando codo a codo con nuestros colegas tour operadores a nivel mundial para convencer a los clientes de volver a nuestro país o experimentar las maravillas de Egipto por primera vez.

Mala prensa
La semana pasada, un atentado terrorista acabó con la vida de cuatro turistas extranjeros en la región del Sinaí, donde no se registraba violencia desde hace casi 10 años. El gobierno, a través del Ministerio de Turismo, busca revertir la imagen negativa y mostrar al país como un destino seguro para el turismo internacional pero este tipo de hechos no hace más que agravar la situación de Egipto, donde el sector es clave para la economía.