Paraguay, tierra de fe
Como es sabido, la presencia de los españoles en las tierras guaraníes trajo consigo un santoral católico que tomó mucha relevancia en las familias y en la sociedad toda. Hay festividades que no se dejan pasar por alto, entre ellas, la celebración del Día de la Virgen de Caacupé cada 8 de diciembre, que convoca a miles de fieles en Paraguay, inclusive desde el exterior.
Cuando Juan de Salazar y Espinoza, y sus compañeros crearon un fuerte militar en la Bahía de los Carios el 15 de agosto de 1537, el religioso acompañante lo bendijo en honor a la Asunción de la Santa María; desde entonces, la guaranítica Paraguaî, sería conocida con el nombre de Asunción.
La influencia por parte de los jesuíticas y franciscanos que se sumaron a las costumbres de los mancebos, convirtió estas fechas en verdaderas fiestas populares como: San Baltazar el 6 de enero en Loma Campamento, Fernando de la Mora; Ñandejara Guazú, tercer domingo de enero en Piribebuy; San Blas en Itá, Ciudad del Este, Piribebuy, Valenzuela y Cerrito (Chaco) el 3 de febrero.
Es tradicional la fiesta de San Lorenzo cada 10 de agosto en los alrededores de la iglesia gótica de la ciudad que lleva su mismo nombre y es vecina a Asunción. El primer domingo de octubre se engalanan Itaguá, Luque, Villeta, Lambaré, Roque González, Yatytay, Horqueta y Pirayú para festejar el Día de la Virgen del Rosario.
En aquellos pueblos de cultura y tradición cristiana, después de la misa central y procesión, la comunidad toda participa de desfiles, corridas de toros y sortijeadas (destreza de los jinetes en torno a un aro).
Los indígenas suelen compartir sus fiestas con las religiosas en Itá Guasú, Distrito de Altos, con la fiesta de los “guaicurúes”, por la festividad de San Pedro y San Pablo, y en la ciudad Emboscada con los “guaicurú ñemondé”, en homenaje a San Francisco Solano.
Las fiestas patronales atraen a muchos creyentes y son fechas oportunas además para una masiva visita de paraguayos residentes en el exterior o de turistas extranjeros. Otra celebración muy especial es la de San Juan Bautista los 24 de junio. Santo protector y patrono de la capital del mismo nombre, en el departamento de Misiones, lo tienen además de protector las localidades de San Juan de Ñeembucu y San Juan del Paraná. Y si de tradiciones se trata, los llamados “juegos de San Juan” se han difundido en todo el país.
En esta fecha hay actos que solamente estando de visita se pueden apreciar como la caminata sobre brasas, trepar a un palo enjabonado, jugar al fútbol con una pelota de fuego, quemar un muñeco al que se lo denomina “Judas Kai” (Judas incendiado) o correr del “toro candil” (cuernos de vaca o toro en llamas). También puede aceptar una sesión con la adivina del pueblo que le leerá el futuro a través de las cartas o disfrutar de la abundancia de las comidas típicas que se ofrecen en base a harina de maíz, carne vacuna y porcina, y almidón (harina de mandioca).
Las historias sobre estas celebraciones, alcanzan su máximo esplendor sobre la obra franciscana en Paraguay en la ciudad de Yaguarón, en el Departamento de Paraguari, que tiene como santo patrono a San Buenaventura. En su nombre, hay un templo que data del siglo XVII edificado con madera de lapacho, de arte barroco, que es considerado una verdadera joya histórica y arquitectónica. La fiesta Patronal de San Buenaventura es el 15 de julio y en su nombre, la ciudad adorna las calles con guirnaldas de papel, mientras que la banda “Peteke Peteke” ejecuta instrumentos musicales milenarios de ind