Una ordenanza de la ciudad de Roma prohíbe beber y comer cerca de las fuentes más famosas para evitar “conductas incívicas".

Es sabido que el turismo de masas ha provocado el hartazgo en aquellas ciudades que lo padecen. Ciudades como Barcelona, Roma o París ven pasar decenas de millones de turistas por sus calles mientras los habitantes continúan con su vida común: ir al trabajo, estudiar, hacer compras, pasear, siempre rodeados de gente que no siempre se comporta de la mejor manera. 
Para tener una idea en el 2016 París recibió 15 millones de turistas, Madrid 4,6 millones y Roma 9,5 millones. Si imaginamos que la gran mayoría se concentra en los meses de verano es lógico que los gobiernos locales busquen la forma de limitar la suciedad, las molestias y la presencia de turistas indeseados en sus atractivos turísticos más convocantes.
 
Lo que se proponen
Teniendo todo eso en mente el pasado mes de junio la alcaldesa de Roma, Virginia Raggi, ha firmado una ordenanza municipal que prohíbe bañarse, sentarse, consumir bebidas o alimentos sobre las fuentes y monumentos de la ciudad. La multa, para quien decida no respetar la norma, podrá ascender hasta los 240 euros. La medida no se limita a las figuras de las fuentes sino también a sus cimientos y a sus áreas de pertenencia por garantizar la adecuada defensa del patrimonio histórico, artístico y arqueológico de Roma. La medida va a ser aplicable en 14 de los 15 municipios o zonas de la capital italiana. El sitio web del ayuntamiento ha declarado claramente sobre la prohibición del consumo de alcohol al aire libre y en el transporte público desde la medianoche hasta las 7 de la mañana. La prohibición de beber en botellas de vidrio es anterior, a partir de las 10 de la noche. La venta de alcohol está prohibida a partir de las 10 de la noche en los supermercados y los bares tienen que dejar de servir alcohol después de las 2 de la madrugada. Con el fin de frenar el comportamiento antisocial en la capital, cualquiera que no cumpla con la ley será multado con 150 euros por beber o 280 euros por vender más allá del tiempo mencionado. Quien se bañe en las fuentes podrá ser multado con hasta 450 euros, mientras que quien provoque daños a la estructura podrán sufrir hasta un año de prisión y multas por 2065 euros.    
 
¿Dónde?
La norma, que será válida hasta el próximo 31 de octubre, se aplicará a 40 monumentos históricos de la ciudad, entre ellas la Fontana di Trevi, la Fontana della Barcaccia en Piazza di Spagna, las del Moro y Nettuno en Piazza Navona, la de Dea Roma, la Fuente de los Leones Capitolinos, Fontane dei Quattro Fiumi, , Fontana dei Catecumeni (piazza della Madonna dei Monti), Fontana dell’Acqua Paola (piazza Trilussa), Fontana di piazza Santa Maria in Trastevere, Fontana del Tritone (piazza Barberini), Fontana della Navicella, Fontane dei due Mari (piazza Venezia), Fontana in piazza dell’Aracoeli, Fontana delle Naiadi (piazza della Repubblica), Fontana di piazza di Campo de’ Fiori, Fontana della Dea Roma (piazza del Campidoglio), Fontana Mostra dell’Acqua Paola (via Garibaldi).