Barranquilla es una ciudad que vive y vibra una vez al año con el Carnaval, motivo de regocijo en torno a una tradición que hace que toda Colombia se fije en esta Fiesta.
El Carnaval de Barranquilla es la puesta en escena de valores simbólicos y códigos pertenecientes a diversas subculturas del Caribe colombiano, generadas por el mestizaje triétnico que dio origen a la actual población de esta región del país.
Es una celebración en la que todos son protagonistas. En ella se observan danzas, grupos folclóricos y disfraces para hacer de este acontecimiento una de las mejores fiestas del mundo.
El Carnaval, cuenta con más de 20 mil artistas improvisados que comparten la misma pasión y que salen a desfilar por las calles. Los festejos son precedidos con una serie de eventos que inician con la Lectura del Bando, suceso en el que la Reina del carnaval decreta el disfrute de la Fiesta. 
Culturalmente, el Carnaval de Barranquilla es indígena, por su ritmo melancólico y por las danzas que se realizan alrededor de la tierra pidiendo o alabando por la fertilidad de su suelo. Es blanco por España, de donde llegaron las celebraciones con vestidos de gala. Y es negro por los esclavos traídos por colonos, quienes llegaron con los tambores, la alegría, el ritmo, los lamentos y los movimientos contorsionados. También es mestizo, porque se apropió de lo que nació en la cuenca del Magdalena para entrelazarlo con lo que vino de afuera creando una soberana que perdura con el paso de los años: la cumbia.
El Carnaval de Barranquilla no sólo es para mostrarlo, sino especialmente para gozarlo. Porque así es el Caribe, el bailarín es espectador y el espectador es bailarín.