Tras el paso de Irma todos se pusieron a trabajar para recuperar los destinos turísticos cubanos en tiempo récord. Los esfuerzos se extendieron desde Cuba a la Argentina y los resultados están a la vista.

El 9 de septiembre las imágenes que llegaban al mundo desde la mayor de las Antillas eran poco menos que catastróficas: árboles y postes caídos, cables eléctricos cortados, techos que habían desaparecido y agua que inundaba las calles de las ciudades costeras, comenzando por La Habana y continuando por los balnearios de la costa norte de la isla.

Dos meses y medio más tarde son pocas las consecuencias visibles del ataque del Huracán Irma que más que nada se observan en las palmeras que han perdido su frondosa cabellera y en algunos jardines que no han recuperado su lozanía, pero los destinos turísticos están de pie y aguardando con los brazos abiertos la llegada de los turistas del norte para las fiestas de Navidad y Fin de Año y de los del sur del continente para enero y febrero.

Desde el primer día los cubanos pusieron las manos en la masa y contaron con la solidaridad de los turistas que se encontraban en ese momento alojados en los hoteles de los Cayos y Varadero, quienes no dudaron ni un instante en levantar ramas caídas, limpiar las piscinas y ponerse a trabajar tan esforzadamente como los mismos empleados de los establecimientos para comenzar a dejar atrás los destrozos de los vientos de entre 160 y 200 kilómetros por hora que pasaron por la isla en esos primeros días de septiembre.

Los argentinos lo testifican

Para llevar seguridad a todos los profesionales del turismo argentino acerca de la operatividad de los destinos cubanos, el Pool de operadores de Cubana de Aviación: EuroVips, Free Way, Havanatur, Juliá Tours, Ola, Soles, Solways, Tip Travel y Top Dest, con el apoyo del Ministerio de Turismo de Cuba organizaron un Mega Fam para agentes de viaje y medios de prensa en dos numerosos contingentes que partieron el domingo 19 y 26 de noviembre respectivamente para recorrer los balnearios de Varadero y Cayo Santa María así como la ciudad de La Habana. Los agentes de viajes recorrieron hoteles en ambos destinos de playa pudiendo comprobar que no solamente se encuentran en funcionamiento completo, sino que además están en mejores condiciones que antes ya que se han realizado tareas de refacción y pintura aprovechando el obligado parate de las operaciones.

Las playas están limpias y no han perdido nada de su encanto, y según los locales han salido beneficiados por el aporte de más arena que amplió el área de esparcimiento, especialmente en Varadero. La calidez del cubano, su esmerada atención y su afán por recibir al visitante con una sonrisa están intactos.