La fiesta más ácida
La "Fête du Citron" es un evento único en el mundo y atrae cada año a más de 230,000 visitantes. Para lograr el mejor evento, se necesita el trabajo de 300 profesionales y 145 toneladas de cítricos. Adornos gigantes de cítricos en los Jardines Biovès, Corsi de los frutos de oro con carros adornados con naranjas y limones son algunos de los momentos importantes de esta fiesta.
Muy cerquita de Mónaco, a unos doce kilómetros, en la región de los Alpes Maritímos de Francia, se encuentra Menton, una población famosa por sus carnavales. Una fiesta muy original con unos protagonistas muy... ácidos: los limones.
Es la Fiesta del Limón y este año celebran su 81ª edición. A partir del 15 de febrero, la Riviera Francesa se viste con los colores del sol y destellos dorados y naranjas decoran las calles y los jardines de la ciudad. Es una fiesta luminosa y llena de aromas de frutos y azahar.
Niños y mayores lucen máscaras y disfraces, felices y sonrientes por las calles de la Bahía, contemplando maravillados los motivos elaborados para decorar las calles. Algunos de ellos han necesitado más de 15 toneladas de cítricos para componer un escenario unico y original.
Cada año, los escultores de la fruta invierten miles de horas para realizar sus efímeras esculturas y colocar los limones uno a uno. Los Jardines de Biovès se convierten en centro de arte al aire libre, para una muestra única y sabiamente transmitida desde comienzos del siglo pasado.
El frescor de las noches de invierno contrastan con el calor y el color de este acontecimiento y resulta hermoso estar allí, en pleno invierno, a cielo descubierto, con los frutos del sol y hasta que llega el crepúsculo, la villa parece contenida, todo se mantiene en calma.
De pronto, el sonido inquieto de los tambores, una trompeta se adelanta a los acontecimientos y un gran tanque de naranjas y limones aparece de no se sabe dónde. ¡La fiesta ha empezado! Bandas de música, orquestas, bailarines y todo lo necesario para un gigantesco espectáculo de calle.
Los fuegos artificiales iluminan la noche mentonesa y dan paso a las extrañas criaturas de la luz. Es otra mirada, otra perpectiva para unos ojos fascinados por el juego de colores, de luces de formas. Es la Fête du Citron.
Fuente