Miles de turistas argentinos y especialmente brasileños invaden las tiendas y comercios ubicados en el microcentro comercial en las últimas semanas, donde la mayor demanda se centra en los arreglos navideños y juguetes que son adquiridos en grandes cantidades por los visitantes.  
El ingreso de los turistas se inicia en horas de la madrugada, como parte de una estrategia buscando evadir el riguroso control que implementa la Aduana brasileña. Se espera en los siguientes se triplique la presencia de los compradores.
Como todos los años desde mediado de noviembre, empezó a aumentar la cantidad de turistas que llegan a esta parte del país para las compras de fin de año. Los precios ofertados en los comercios céntricos son altamente más ventajosos en comparación a la de los países vecinos, lo cual explica el movimiento comercial.
Los artículos más demandados son los arreglos navideños y juguetes, seguidos de informática y electrónicos. El pasado fin de semana, pese al mal tiempo, se registró largas filas de vehículos de más de tres kilómetros hacia el lado brasileño, cargados de compristas que deseaban pasar a la capital departamental.
De acuerdo con los datos, los efectivos de la Policía Ferroviaria, toda la semana pasada registraron alto movimiento de turistas venidos de diferentes partes de Brasil que pasaban a Paraguay para hacer compras. El ajetreo rutinario se inicia desde las 02:00 paraguaya que, con el correr de las horas, va aumentando. Para satisfacer esta demanda de los turistas, varios comercios atiende desde las 03:00.
Con el mismo aumento de compristas en el lado brasileño también aumentan los controles en la Aduana brasileña donde nuevamente son revisados vehículo por vehículo los que ingresan desde Paraguay.
BUENA VENTA. "Estamos trabajando, vendiendo relativamente bien. A nosotros generalmente nos alcanza algo ya cuando salen de los comercios y autoservicios, pero no nos podemos quejar", indicó Gregorio Villalba, Presidente de la Federación de Trabajadores de la Vía Pública.
El trabajador mencionó que ellos no tienen aguinaldo y para garantizar una cena de fin de año depende de sus ventas. "Como personas que trabajan en forma independiente, sin salario, no contamos con el beneficio del aguinaldo, por lo dependemos de lo que podemos vender", a&