Con la inauguración del nuevo Aeropuerto Internacional, Montevideo busca posicionarse como uno de los principales Hubs de Sudamérica.  

El 5 de octubre se inauguró el nuevo Aeropuerto Internacional de Carrasco, una obra en la que se invirtieron 200 millones de dólares para poder recibir a 5 millones de pasajeros anuales, el doble de la capacidad actual.
Se trata de la mayor inversión argentina en Uruguay, ya que la firma concesionaria es Corporación América, de la mano de la empresa Puerta del Sur.
Durante la ceremonia de inauguración, en la que estaban presentes el presidente del Uruguay, Tabaré Vázquez y el ministro de Obras Públicas, Víctor Rossi, el presidente de la Corporación América, Eduardo Eurnekian, dijo: “Hace tan sólo cinco años emprendimos el maravilloso desafío de gestionar el Aeropuerto Internacional de Carrasco y construir su nueva terminal”.  
Corporación América es un grupo empresario de capitales argentinos con fuerte presencia en aeropuertos de diversas partes del mundo. En Uruguay posee también la concesión de Laguna del Sauce (Punta del Este), en la Argentina administra 33 aeropuertos como integrante de Aeropuertos Argentina 2000 y además tiene la administración de Neuquén y Bahía Blanca. También gestiona los aeropuertos internacionales de Guayaquil (Ecuador) y de Zvarnots (Armenia).
El ministro Víctor Rossi aseguró que el nuevo aeropuerto de Carrasco “es un enorme paso adelante para Uruguay, que le va a servir para multiplicar su oferta económica y de servicios y para abrir las puertas y profundizar sus relaciones con el mundo”. “Entendemos que con esta terminal aérea se multiplican las posibilidades del desarrollo de la actividad aeronáutica, a la par que con la nueva terminal de cargas se abrirá la circulación libre de mercaderías en la República Oriental del Uruguay”
Finalmente el ministro Rossi aseguró que como complemento de las obras aeroportuarias “el sector público del Uruguay realizó importantes inversiones en infraestructura vial, que llegan a un monto de 75 millones de dólares.”

Las características
El edificio del nuevo aeropuerto fue diseñado por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, autor de elegantes construcciones en varios continentes.
La superficie total es de 45.000 metros cuadrados, dividido en dos niveles principales: la planta baja para pasajeros que arriban y el primer piso para las partidas. Además cuenta con una importante terraza, y con 8 puertas de uso simultáneo para embarque remoto y fijo, más 4 puentes fijos para el desembarque de viajeros.
El aeropuerto cuenta con 4 mangas telescópicas y 44 posiciones de check in equipados con CUTE (sistema de mostradores intercambiables). La planta baja dispone de 3 cintas de reclamo de equipaje, 24 mostradores de migraciones (12 en arribos y 12 en partidas), 1.200 plazas de estacionamiento vehicular, el doble que la actual, y 100.000 metros cuadrados de nueva plataforma comercial.
La nueva estación aérea tiene la posibilidad de manejar más del 150 por ciento del volumen de los pasajeros actuales, que en 2008 fueron 1.236.000. Esto significa que cuando el nuevo edificio comience a operar se ofrecerá un nivel de servicio IATA A.

Diseño de vanguardia

El nuevo aeropuerto buscó crear un hito arquitectónico que represente al Uruguay. Un gran techo de triple curvatura se extiende por casi 400 metros sobre toda la longitud del edificio sobrepasando los extremos y descansando sobre el suelo. Las líneas continuas y su geometría ondulante buscan asemejarse al paisaje natural del país.
En el diseño se buscó generar grandes transparencias y una sensación de amplitud en los espacios públicos. Para lograrlo, la parte superior del edificio cuenta con una cubierta envolvente de vidrio inclinada de aproximadamente 8.000 metros cuadrados, lo que permite optimizar la iluminación natural y brinda una visual abierta hacia la plataforma y todo