El municipio de Cachoeira, ubicado a 110 kilómetros al norte de Salvador (estado de Bahía) se está preparando para la Fiesta de Boa Morte, que se celebrará entre el 13 y el 17 de agosto. Esta gran fiesta popular atrae anualmente alrededor de 15 mil turistas y en la que los pobladores de ascendencia africana participan de los cuatro días de festejos. La programación incluirá misas, procesiones, sambas de roda, vigilias nocturnas y fuegos artificiales.
Vivir la Fiesta de Boa Morte constituye una oportunidad para conocer a ese “Brasil sensacional” que se expresa tanto en la exuberancia de sus paisajes como en la calidez y hospitalidad de su pueblo a través del turismo cultural, un segmento que cada día convoca a más adeptos en Brasil.
De hecho, Embratur (Instituto Brasileño de Turismo) y la UNESCO han realizado un estudio que revela el comportamiento de los turistas internacionales que visitan Brasil para conocer su cultura. La encuesta revela que las características más destacables de Brasil para los turistas del sector cultural son la música, la danza y la hospitalidad de su gente.
“El turismo cultural es una herramienta capaz de fortalecer la imagen de la diversidad de Brasil en el extranjero y Embratur es consciente del potencial de este segmento”, sostiene Jeanine Pires, presidenta de Embratur. Para Pires, los turistas culturales son “exigentes y buscan la originalidad, la autenticidad. Se trata de viajeros a quienes les gusta interactuar directamente con las celebraciones populares”.

BOA MORTE
La Fiesta de Boa Morte es un claro ejemplo de autenticidad, ya que se trata de una de las manifestaciones más representativas del sincretismo religioso de matrices africanas con el catolicismo.
Esta celebración se inició durante la época de la Abolición y preserva la cultura de las descendientes de esclavas africanas emancipadas. La Irmandade da Boa Morte (Hermandad de Buena Muerte), famosa por su riqueza cultural y religiosa -cuyas integrantes van pasando de generación en generación- respeta hasta hoy sus tradicionales rituales llenos de misterio y simbolismo, evidenciados a través de las ropas y joyas utilizadas por las irmãs (hermanas) durante la procesión de la Asunción, el almuerzo en la sede de la Irmandade y