El petróleo ahuyenta turistas
Esta semana comenzó en Estados Unidos la temporada de verano. Pero según una encuesta del diario "Times Picayune" de Nueva Orleáns "los turistas todavía meditan si cancelar o no sus reservas" y la industria turística, desde Luisiana a Florida, tiembla a causa del petróleo.
El presidente Barack Obama ha prácticamente implorado a sus compatriotas que visiten los balnearios del golfo de México, recordando que sólo unas pocas playas están cerradas como la de Grand Isle.
En esta localidad reina la desolación en lugar del tradicional alboroto, la mayoría de las casas de playa están atrancadas y a oscuras como consecuencia del cierre de sus playas.
Como subrayando que nadie debe meterse en el agua, los soldados descargan esta mañana barreras de color naranja en la playa. "Normalmente, esto estaría lleno de gente", se lamenta Chassa Santiny, camarera del restaurant Starfish, cercano a la playa, que este mediodía tiene ocupada apenas una cuarta parte de sus mesas. "Mucha gente ha cancelado sus reservas. No hay mucho que podamos hacer salvo esperar que, con suerte, quizás ganemos algo de dinero más entrado el verano", señaló.
Mary Rowe y sus tres amigas están comiendo en el Starfish. A todo el mundo en Grand Isle le gustaría tener clientes como estas cuatro mujeres. "Vinimos simplemente para dejar algo de dinero", dice la mujer oriunda de Nueva Orleáns, a dos horas en coche. Un comerciante ha dejado su opinión clara en un cartel junto a la acera: "BP + Obama nos han arruinado", dijo.
Las localidades que pueden permitírselo, como Pensacola en el oeste de Florida, anuncian en campañas publicitarias que sus costas están limpias. Tan solo la popular pesca deportiva aporta miles de millones de dólares a la economía regional. Luisiana obtiene de esta actividad 757 millones de dólares, afirma Larry McKinney, jefe del Instituto de Investigación Harte para Estudios del golfo de México. Más de 7.700 empleos dependen de ella.
Una encuesta del diario "Times Picayune" de Nueva Orleáns refleja que los principales centros turísticos a lo largo de la costa del golfo no sufrieron pérdidas tan grandes como temían durante el pasado fin de semana largo del Día de los Caídos. Muchos decidieron finalmente viajar, atraídos por los precios de oferta.
Sin embargo, "para los meses de junio, julio y agosto, normalmente de plena ocupación, los turistas todavía meditan si cancelar o no sus reservas", escribe el rotativo. No es sorprendente, ya que los cálculos apuntan a que el vertido de crudo sólo se detendrá en el mes de agosto.
Para Grand Isle, la temporada terminó antes de empezar. Louanna Guidry está sentada sola en la playa, mirando las olas. No hay nadie que pueda molestarla. Desde su infancia, esta docente a punto de jubilarse ha pasado prácticamente todos los veranos aquí. En otras circunstancias, estaría pescando cangrejos para cocinarlos inmediatamente en agua de mar.
"Ahora mismo esto es como una zona de guerra, cono todos esos helicópteros en el cielo", dice con tristeza. "¿Podrán detener el vertido antes de que lo arruine todo?", se pregunta. Cuando el fin de semana se supo que la operación "Top Kill" había fracasado, "fue como un funeral para todos".
Pero la situación en Grand Isle no es tan terrible como en Fourchon Beach, a media hora en coche hacia el oeste, donde la playa permanece cerrada hace semanas.
La policía detiene a los curiosos en la calle de acceso. Más de 300 personas vestidas con chaleco y pagadas por BP limpian aquí la playa. Desde mediados de mayo retiraron unas 14.000 bolsas transparentes llenas de arena sucia, señala Patrick Hanley, teniente de la Guardia Costera. El petróleo pegajoso cuelga todavía sobre el hormigón de un pequeño muro de protección. Este tramo de la costa sufrió el peor embate de la marea negra el pasado 19 de mayo.
Pero en el último tiempo no ha llegado más petróleo, apunta Brennan Matherne, portavoz del distrito de Lafourche. Por el momento "no hay plazos" para reabrir la playa, que visitan principalmente los habitantes de la zona. "Pero esperamos estar aquí por largo tiempo", agrega con resignación