Desde el primero de marzo los países miembros de la Unión Europea tienen una nueva legislación que otorga a los pasajeros terrestres los mismos derechos que tienen quienes viajan por aire, incluyendo las políticas de reembolso o indemnización. De esta forma, los clientes tendrán acceso a un reembolso total de su pasaje o a un recorrido alternativo en caso de overbooking, al igual que en el caso de una cancelación o retraso.
Este nuevo “reglamento comunitario” sólo será válido en los casos de transporte que impliquen un desplazamiento de más de 250 kilómetros de distancia. Los usuarios también tendrán derecho a una indemnización en caso de pérdida o daños en el equipaje causados por algún accidente en la ruta. Además, se les reconocerá su derecho recibir una “asistencia adecuada” en todo lo referido a comidas, refrigerios o alojamientos en caso de que se cancele su viaje o el retraso sea superior a noventa minutos para viajes de más de tres horas.
Así, la Unión Europea es la primera región mundial que equipara los derechos de los pasajeros terrestres con los aéreos, proyectando que los estados miembros formen organismos independientes que controlen la aplicación de la nueva normativa y, si es necesario, apliquen la sanción correspondiente.