Esta iniciativa forma parte del Programa Nacional de Conservación del Patrimonio Espeleológico, impulsado por el Ministerio de Medio Ambiente de la nación.
Las cavernas serán convertidas en parques o monumentos nacionales, aunque la meta para ello no tiene plazo definido, informó la estatal Agencia Brasil.
De acuerdo con el Centro Nacional de Investigación y Conservación de Cavernas, vinculado al Ministerio de Medio Ambiente, apenas están registradas unas 6.000 de las cerca de 100.000 de esas cuevas que se calcula hay en el país.
Sin embargo, de las registradas apenas una tercera parte, cerca de 2.000, están ubicadas dentro de reservas ambientales, lo que teóricamente garantiza su preservación.
La decisión de crear reservas destinadas específicamente a proteger cavernas fue tomada luego de las duras críticas que espeleólogos y ecologistas hicieron el año pasado a un decreto del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Dicho decreto suspendió la ley que convertía a las cavernas en patrimonios del Estado y garantizaba su conservación.
El Programa Nacional de Conservación del Patrimonio Espeleológico también prevé la creación de un inventario nacional del patrimonio espeleológico nacional.
Además, establece la reglamentación de los proyectos de turismo ecológico en las grutas y el estímulo a programas de investigación destinados a la conservación o gestión de las cavidades naturales.
El programa también incluye la publicación de una revista nacional sobre espeleología y la implantación de un curso de especialización universitaria en el área, así como la realización de expediciones y diagnósticos de las áreas que concentras las grutas.