Con una oferta mayor de vuelos y una baja en la tasa de contagios, los turistas se animan a volver al país vecino para disfrutar de la alegría de la gente y sus playas soñadas, además de ir al Cristo Redentor que abraza a cada uno de sus fieles seguidores.

Brasil, seguro por naturaleza

Al momento de citar ejemplos, el primero es nada más y nada menos que Río de Janeiro, un destino que siempre aparece en la lista de los turistas nacionales e internacionales. Las playas son los atractivos principales y se destacan Copacabana, Leblon e Ipanema, entre otras. Al estar abiertas al Océano Atlántico, cada una tiene una característica particular. Copacabana posee los mejores bares, Leblon es para toda la familia, mientras que Ipanema sorprende con sus arenas blancas ideales para la práctica del beach soccer, un deporte muy popular en un país tan futbolero como Brasil. Vale aclarar, también, que en Copacabana las olas tienen mucha intensidad, y son muy aclamadas por los surfistas, quienes se ven beneficiados para estar arriba de la tabla en plena noche, para disfrutar de una de las únicas playas con iluminación de todo el país.

Cuando se habla de Brasil, es inevitable pensar en los grandes festejos para el Carnaval de Río. Uno de los puntos de encuentro de muchos turistas de todo el mundo es el Sambódromo, al que llegan miles de ciudadanos del mundo para sumergirse en la magia carioca, dentro de una de las fiestas más populares del planeta, al ritmo de la samba y el axé.

Otro punto turístico imponente es el Cristo Redentor, que fue elegido a través de una de las votaciones internas que se hicieron en la ciudad para determinar qué figura representaría a Río de Janeiro. Las medidas de esta gigantesca escultura son increíbles: tiene 30 metros de altura, y pesa 1.200 toneladas. Fue construido sobre un pedestal de 8 metros de alto, justo en la cima del Cerro del Corcovado, a 710 metros del nivel del mar, dentro del Parque Nacional de Tijuca. Una gran ventaja que le ofrece a sus visitantes es la posibilidad de ver casi toda la ciudad, y por eso se dice que está ubicado en un lugar privilegiado, con la misión de abrazar y proteger a la Cidade Maravilhosa (Ciudad Maravillosa).

Por último, una postal incomparable de esta región es El Pan de Azúcar, uno de los lugares turísticos más sensacionales de Río de Janeiro, con el teleférico como vía de transporte elemental. Es un morro que carece prácticamente de vegetación, ubicado sobre el mar como parte de una península que se inserta dentro del Océano Atlántico. Si bien hay varios cerros en la ciudad, el Pan de Azúcar es el único con estas características, con un encanto incomparable, y con una vista asombrosa de la Bahía de Guanabara, a 396 metros de altura.

Requisitos para viajar a Brasil

Las autoridades piden a los turistas sudamericanos sí o sí la presentación de un test de COVID-19 con resultado negativo, que debe realizarse con 72 horas de anticipación, además de una declaración jurada de salud que se debe completar en el link http://formulario.anvisa.gov.br.

Los menores de 12 años, acompañados por sus padres o tutores, están exentos de la presentación del test de antígenos o PCR. Si el menor de edad viaja solo y tiene más de 2 años, deberá presentar la prueba de COVID-19 negativo.

Si bien se aguarda una modificación inminente, sigue vigente la prohibición de la entrada de extranjeros/argentinos no residentes a Brasil por vía terrestre, aunque la frontera está abierta para los residentes y para Paraguay.