¿Cuáles son los mercados a los que apunta Rochester? 
Estamos abarcando los principales destinos nacionales, con propiedades en Buenos Aires, El Calafate y Bariloche. En Brasil estamos con nuestra propiedad en Buzios, en el Estado de Río de Janeiro y con proyectos nuevos en Paraguay, Uruguay y también en Rosario. Por lo cual actualmente tenemos que generar acciones tanto para el turismo receptivo como para el emisivo.  

¿Cómo se comporta el mercado brasileño, teniendo en cuenta las dificultades por las que están pasando? 
El mercado brasileño viene con un decaimiento sostenido hace mucho, aunque más que una caída es una ausencia de ese mercado. A nivel compañía esa ausencia no la estamos sufriendo tanto porque hace un año y medio venimos trabajando en otros mercados. Mi vuelta a la empresa, en diciembre de 2014, estaba vinculada a la idea de abordar nuevos nichos de negocio, explotar mercados que nunca nos miraban, y lo estamos consiguendo, de ahí que la baja del mercado brasileño no nos afecte grandemente. 
Nosotros venimos con una ocupación en crecimiento sostenido desde enero hasta la fecha, haciendo hincapié también en el público corporativo tanto nacional como internacional y en mercados de países de la Costa Pacífica, Estados Unidos y Europa. 
Con nuestro producto de Buzios hemos tenido que seguir el mismo camino que hicimos en las propiedades de Buenos Aires y abrimos una comercialización muy fuerte a nivel local, a punto tal que en breve, para el segundo semestre, la compañía ya va a tener un ejecutivo comercial trabajando desde Brasil. 

¿El nicho corporativo es uno de sus puntos más fuertes?
Exactamente, pero también estamos buscando todos los otros nichos. Seguimos siendo una marca súper reconocida en el mercado brasileño con alianzas estratégicas desde hace años, por lo cual eso era lo que funcionaba y funcionaba bien y hoy el haber abierto el abanico y las opciones comerciales que teníamos, hacen que nuestra ocupación siga siendo excelente, más que nada en Buenos Aires, donde la plaza la está sufriendo mucho la ausencia del mercado brasileño. 

Además de las dificultades socio-económicas  de Brasil, ¿hubo otras dificultades que tuvieron que enfrentar? 
Sí, otro gran desafío  fue el problema que produjeron los virus del Dengue y del Zika que golpearon  bastante la ocupación, pero  hoy por hoy el gobierno de Brasil y las prefecturas de las diferentes regiones, han hecho trabajos de prevención fuertes y ya no hay tanto temor a viajar. Fue algo interesante porque se planteó un desafío que no estaba contemplado y se encontraron las soluciones para enfrentarlo. 

Con respecto a los aumentos de servicios a nivel local, ¿de qué manera afectó al negocio?
Los aumentos que estamos sufriendo, lo único que hicieron fue acortar más la brecha entre la rentabilidad y la ganancia. El costo quedó muy cerca de esto, por lo cual el negocio sigue castigado. 
A nosotros nos aumentó un 400 por ciento la luz y no hemos podido trasladarlo a las tarifas, y menciono la luz porque fue uno de los servicios que tuvo un impacto más significativo para el negocio hotelero, pero aumentó todo en líneas generales. Nosotros, como empresa, esos aumentos los estamos haciendo paulatinamente para no castigar a nivel comercial la imagen, ni la venta, ni la rentabilidad del producto. Es un camino cuesta arriba que estamos teniendo en esta primera etapa del año.