En algunos pasillos a veces nos encontramos con dirigentes que cuestionan tu gestión al frente de la CAT, sin embargo fuiste reelegido por un nuevo período…
Yo nunca me sentí resistido en todos estos años, ni en una charla, ni en un análisis, un debate o una propuesta. Puede ser que a veces no haya entendido algo porque no forma parte de mi convencimiento, pero cuando me enfrento a un hecho como el del jueves de la semana pasada, cuando fui reelegido como Presidente de la CAT, te aseguro que lo disfruto mucho. 
A esta altura de mi vida se me viene al recuerdo todo lo vivido desde aquel día en que Antonio Gómez me propuso en la FEHGRA para integrar el Consejo Directivo de la Cámara. Acompañé entonces la tarea de Marco Palacios, durante su presidencia, y yo digo que acompañar al presidente de una entidad da una fuerza enorme. Lo pude realizar desde la presidencia de una entidad importante como la FEHGRA, y la verdad que sentí la amplitud de Marcos al abrirnos la puerta para poder acompañarlo, incluso hasta en algunos viajes presidenciales. 

Fue el comienzo del cambio de la Cámara.
Si me remonto a los momentos en que Gómez me incitó a tomar la responsabilidad de su conducción, me viene a la mente el instante en que elaboré el borrador de proyecto para la Cámara, borrador que debatí mucho con el comité de FEHGRA, contando cómo iba a ser la nueva CAT. Sabía que lo que me pedían no era ir a cumplir con una función protocolar, sino que tenía que proponer y realizar acciones concretas. Ese proyecto, elaborado en consenso con todos los integrantes de FEHGRA, lo presento al presidente de la Cámara y me pasé las primeras reuniones del Consejo hablando y diciendo lo que quería conseguir. Hoy al verlo realizado siento una satisfacción muy especial.

¿Cómo influyen en este presente los cambios del estatuto de la CAT?
Para mí lo más complicado que tenía el turismo era que antes cuando invitabas a la gente a hablar de la problemática del sector, si no invitabas al protagonista principal, era como si llamaras a un amigo a tomar el té con masas. 
Yo siempre consideré que los distintos sectores que conforman la actividad turística tenían que ser protagonistas. Hacer esa apertura estatutaria se inició como un proyecto que ya desestimo porque habíamos llegado hasta las instancias finales y último momento un sector dijo “no”. 
Haber podido concretarlo más tarde y ver a todas las entidades que conforman hoy la Cámara es un logro grandísimo.

¿Te referís a la época de Juan Mirenna como presidente de la Camara?
Sí, el primer cambio de estatutos lo intentó Juan Mirenna durante su presidencia y para mí tuvo un gesto importante, porque cuando dejó el cargo me dijo que él me iba a acompañar porque sabía que yo lo podía lograr. 
Y en esta Asamblea ver a todos los sectores que componen el turismo con un lugar en el Consejo Directivo explicando y contando en que están trabajando y transmitiendo sus inquietudes, nos hace muy bien. 

Antes, cuando hablábamos de la Cámara Argentina de Turismo, pensábamos en cómo vender Argentina en el exterior y hoy también se trabaja en ayudar a desarrollar el turismo interno…
Sí. Yo digo que un país con las capacidades que tiene el nuestro no puede sentirse importante en turismo si no lo tiene consolidado totalmente. Y un país como el nuestro, que yo defino como un continente en sí mismo, tiene grandes posibilidades turísticas. A esos destinos que no han sido bendecidos con bellezas naturales el turismo los ha transformado y ha creado una expectativa puesta en la actividad. Hoy podemos ver cómo se ha entendido que una simple artesanía, el arte o las fiestas provinciales pueden hacer de una pequeña ciudad un lugar con posibilidades turísticas.
Yo viví el desarrollo de la ciudad donde nací, Pehuajó, que ya sea a través de Manuelita, de un producto como la pesca o los eventos de motos ha encontrado una posibilidad en el turismo. Antes eso era impensado. La provincia de Buenos Aires es un ejemplo de esto y me llena de orgullo ver que cada pueblo tiene su gastronomía, su historia, su fiesta religiosa… 
Tengo la suerte de poder conocer cada provincia argentina y veo cómo algunas crecieron fuertemente. Córdoba siempre tuvo tres valles turísticos y en el verano se cerraba el resto, hoy además de los valles, tenés las Sierras Chicas, Mar Chiquita, Traslasierra, que no existían como destinos turísticos. 

¿Qué se debe esperar en este nuevo período al frente de la CAT en un año electoral?
Lo imagino con una gran solidez de nuestra actividad. Muchas veces nos hemos reunido con candidatos con los que nos peleábamos, para que mencionara en su plataforma al Turismo como recurso económico. Hoy estamos en una posición totalmente distinta porque se habla de turismo, porque tenemos una Ley de Turismo, porque cada gobernador que abre su Asamblea Legislativa pone al turismo como una cuestión de Estado. Se mira al Turismo como una actividad socioeconómica central. Esto se logró después de haber luchado mucho para posicionar a esta actividad como una de las más importantes a nivel productivo. En la actualidad te reúnis a hablar con los candidatos a Presidente, Intendente o Gobernador y te dicen: “sabemos lo bien que han trabajado en Turismo”. Tambien sucede que otras entidades empresarias reconocen lo que hemos logrado al trabajar en forma conjunta con el Estado y nos confiesan: “Ojalá nosotros pudiéramos haber trabajado así”. Eso te llena de orgullo. 

Todas las provincias entienden este modelo de negocios, o sólo aquellas que están más desarrolladas turísticamente?
Los gobernadores reconocen que han recorrido un largo camino pero que todavía les falta lograr más cosas; pero conocen lo que se hace en Turismo y saben lo que tienen que desarrollar de acá para adelante. Por eso yo estoy entusiasmado, porque aunque se está trabajando fuertemente para solucionar los problemas de cada uno de los sectores, todavía quedan materias pendientes. Yo no puedo negar que uno de los temas que nos preocupa de esta realidad es trabajar más fuertemente para recuperar la rentabilidad en algunos de los sectores. Y todo se puede recuperar a través del trabajo.

Con este gobierno se favoreció que por primera vez se viera un trabajo mancomunado entre el sector público y el sector privado. ¿Tendra continuidad en el futuro?
¿Cómo no puede ser así si ha sido exitoso? Si algo está consolidado y ha dado los frutos que ha dado no puede cambiarse. Yo estoy convencido que es de esta forma, por eso terminamos de conformar el Instituto de la Calidad Turística de Argentina. Así como el INPROTUR se creó a través de una Ley para desarrollar las acciones en el exterior, el Instituto de la Calidad Turística, con la misma conformación público-privada, está presidido por el Presidente de la Cámara Argentina de Turismo para darle continuidad al trabajo realizado.   
Esto es muy importante porque hoy muchos candidatos a gobernadores se sientan y te dicen: “mirá, te voy a decir algo, yo voy a trabajar para ser gobernador y hemos definido la creación de un Ministerio de Turismo”. Así sucedió en Corrientes, que no tenía un Ministerio y cuando es reelecto Colombi, no solamente se crea el Ministerio sino que se sanciona la Ley de Turismo de la provincia. 

De los logros alcanzados, aparte de la Ley de Turismo, ¿Cuál es la mayor conquista de la Cámara y cuál es la asignatura pendiente?
La mayor conquista de la Cámara es el trabajo en conjunto. La ley es un elemento que te da el marco, ahora el contenido te lo da el ser protagonista. Cada uno en su lugar. Esto para mí se ha conseguido a través de los años. He tenido la presidencia de FEHGRA por 5 años, y reivindico el haber tenido siempre las puertas abiertas del sector público para escuchar los problemas, las propuestas y proyectar soluciones. 
Lo cual no quiere decir que uno consiga siempre lo que quiere, porque hay que entender que uno está dentro de un programa de gobierno, dentro de la economía de una Nación. Me tocó pelear mucho por lograr un Ministerio de Turismo y hoy está consolidado. Por supuesto que para nuestra actividad, profesionalizar el turismo quiere decir que al Ministerio de Turismo lo tenés que mirar más allá de las personas. Tiene que ser el ámbito de discusión, de  proyectos, de ideas. Yo siento que hemos unido al sector sin negar las dificultades y diferencias existentes. 
En la Cámara hemos tenido entidades que nos decían: “Necesitamos juntarnos con el ministro de Turismo porque no estamos en el ámbito del Ministerio por nuestro trabajo, pero queremos colaborar más estrechamente”. Llamábamos por teléfono al ministro para decirle “tal entidad quiere verlo”, entonces no sólo recibía a la entidad, también invitaba a Aerolíneas y al director del INPROTUR a trabajar coordinadamente. Yo creo en eso.
Las diferencias existen muchas veces, porque uno representa al sector privado y los otros al sector público, y no puede haber coincidencias en todos los temas. Tampoco uno se debe sentir mal cuando te dicen “no”, y si es necesario saber que cuando te dicen “no” no hay que bajar la bandera y seguir trabajando. 

¿Y la asignatura pendiente?
Creo que es terminar de consolidar al país turístico recuperando a los mercados emisores como se está logrando. Mi sueño es conquistar a los grandes emisores del mundo. A China, a Rusia, India, Turquía, mercados que emiten 40 o 100 millones de turistas y que sienten una cosa muy especial por América del Sur. La Argentina se ha ganado un lugar de privilegio en la región y nos están mirando. 
Entonces hay una gran tarea encarada por estos días y que es sentarnos con Aerolíneas, con Emirates, con Turkish, con las distintas compañías que están llegando a Argentina para ayudarlos a desarrollar la promoción de los productos especiales para sus mercados. ¿Qué quiere decir? Si Emirates llega a la India, vamos con productos especiales para el turista Indio. 
Entonces el desafío es fortalecer el turismo nacional y consolidar la llegada de turismo de destinos lejanos, pero siempre trabajando en conjunto. 
Otro desafío es solucionar algunos temas puntuales para nuestro sector como los Derechos autorales en la hotelería o la informalidad para toda la actividad turística. No puede haber competencia desleal en una actividad como el turismo. 
Los departamentos turísticos existen pero tienen que estar dentro de la formalidad, no ser competencia desleal. De algunos de esos problemas tuve respuestas concretas. Me tocó ir a la AFIP para hablar con Echegaray de las dificultades que impactan en los distintos sectores, y lo solucionamos.

La carga impositiva es una gran preocupación, ¿qué proponen al respecto?
Lo que para mí es un desafío es lograr un impuesto inteligente. Creo que en el turismo hay que trabajar para demostrar que es posible implementar impuestos inteligentes. Esto es, que no resientan la actividad, que sirvan para hacerla crecer y que devuelva, porque el turismo tiene gran posibilidad de devolver a través de un  impuesto inteligente. 
Y hago hincapié en esto porque he escuchado al mismo Echegaray defendiendo los fines de semana largos. Hace poco él me decía: “Si uno se pone a mirar lo que es la recaudación, por ahí recaudamos menos como AFIP, pero cuando vemos la distribución que se produce en el tema turismo, entendemos lo bueno que es para el país”. 
Ese va a ser el gran desafío, que tengamos equipos técnicos para que esto que se ha creado se consolide. En función de la distribución, de cómo le llega a cada economía regional se puede beneficiar la parte recaudatoria, y recuperar la rentabilidad de muchos sectores que por ahí se han encontrado con trabas también en eso. 

¿Por qué en el sector no hay una escuela de dirigentes que pueda proyectar dirigentes que se inserten en la política nacional y defiendan desde adentro a la actividad?
En el sector hay una Escuela de Dirigentes consolidada por FEHGRA, pero creo que deberíamos tener una de la actividad en su conjunto. Yo digo que hago política para el turismo, pero en caso de que alguien acceda a un cargo como Diputado o Senador tiene que entender que lo debe hacer desde una participación partidaria, además de la del sector, porque necesariamente va a pertenecer a un Partido Político. Para poder asumir esa responsabilidad y no enfrentarse con quienes tienen otras posiciones partidarias hay que ser muy sólido.