Por Manuel Sierra


Cuando el Ministro Enrique Meyer dijo en la apertura del Congreso de Calidad Turística de Posadas, Misiones, “Defiendan lo logrado, que es mucho”, nos sonó a un inicio de despedida.

Y es que no es habitual oírlo hablar de esa manera, pero es entendible si nos remitimos a la posibilidad de que más allá de diciembre ya no sea el Ministro de Turismo de la Argentina, luego de 12 años de gestión al frente de la cartera nacional.
Tal cual un padre orgulloso de los éxitos de sus hijos, el Ministro sabe que mucho de lo que se avanzó en materia turística en este tiempo lleva su impronta y no quisiera que una vez fuera de su vista éstos se desvíen del camino trazado.
 
A modo de resumen de todo lo logrado, el Ministro enumeró la conectividad aérea, la construcción de rutas y el desarrollo de servicios de infraestructura. 

Tal vez porque el ámbito no era el adecuado se le quedaron en el tintero éxitos significativos como la sanción de la Ley de Turismo, la creación del INPROTUR, el Plan Federal de Turismo Sustentable, la llegada del Rally Dakar a Sudamérica y de otros eventos deportivos de trascendencia internacional, y muchos más etcéteras.

Creemos que los argentinos hemos madurado turísticamente hablando, y en cada encuentro y charla que mantenemos con quienes hoy forman parte de la dirigencia u ocupan un cargo público en alguna ciudad, municipio o provincia repiten como un latiguillo que a nadie se le ocurriría desandar el camino trazado, sea cual sea el color del partido político de quien ocupe el “sillón de Rivadavia” desde el 2016.

Esta es la realidad del Turismo nacional. Ojalá que las palabras se traduzcan en hechos y no queden en meros enunciados para quedar bien y alguno se venga con un As bajo la manga que deje a todos “fuera de juego”.