Boeing está decidida a no ceder terreno frente a su competidora europea Airbus, y por eso lanzó al mercado una nueva versión del ya mítico 747, esta vez en su versión 747-8 Intercontinental.
Este avión tiene un objetivo claro en la disputa por el mercado con Airbus: hacer frente al desafío del A-380, el avión del conglomerado europeo que puede transportar hasta 853 pasajeros.
El nuevo modelo, que iniciará pruebas de vuelo en marzo, comenzará sus entregas a finales de este año, pero la primera aerolínea comercial en tenerlo será Lufthansa, a comienzos de 2012.
Con el 747-8 Intercontinental, Boeing busca compensar el atraso en la salida al mercado del 787 Dreamliner, cuya salida al mercado acumula ya tres años de retraso debido a varios contratiempos. El más reciente fue la paralización de los vuelos de prueba en noviembre, después de que uno de los aviones tuviera que hacer un aterrizaje de emergencia en Texas al llenarse de humo la cabina.
El modelo, con una capacidad de 467 pasajeros, gastará un 16% menos de combustible que su predecesor, el 747-400. Además, será un 30% más silencioso y se convertirá en el aparato, según la compañía, con menor costo por milla recorrida de los grandes jets comerciales.