Los consejos de administración de ambas aerolíneas se reúnen hoy para dar el visto bueno al acuerdo final de fusión según fuentes cercanas a las compañías.
El documento, que salvo imprevistos de última hora estará preparado para hoy, recoge las líneas básicas pactadas por las compañías en noviembre, tras meses de incertidumbre sobre el proceso.
Tal y como se acordó en ese preacuerdo y se recogerá en el texto que firmen hoy los consejeros, la fusión se materializará mediante la creación de una sociedad hólding, que dará entrada a los accionistas de ambas empresas y en la que Iberia y British Airways seguirán siendo las marcas comerciales, con total independencia operativa.
La sociedad se denominará International Airlines Group, que es el nombre que Garrigues, el abogado de Iberia en la operación, ha registrado tanto en la Oficina de Patentes y Marcas, en España, como en Oami, la agencia encargada de estos temas en la Unión Europea, como adelantó EXPANSIÓN el 18 de marzo. Falta decidir la denominación completa, ya que Garrigues ha registrado diferentes variantes como International Consolidated Airlines Group o International Airlines Group British Airways Iberia.
Según la ecuación de canje pactada, los accionistas españoles controlarán el 45% de la sociedad hólding, frente al 55% de los británicos. International Airlines cotizará en la Bolsa de Londres, aunque Iberia busca la fórmula para también estar presente en la de Madrid. El presidente de la aerolínea será Antonio Vázquez, mientras que Willie Walsh, primer ejecutivo de British Airways, será el consejero delegado.

Calendario
Con la firma, Iberia y British cumplen a rajatabla el calendario pactado en noviembre del año pasado, que preveía sellar el MoA en el primer trimestre de este año.
En los próximos meses, las empresas tienen que presentar la operación a las autoridades de la competencia de la Comisión Europea para que la autorice, presentar la documentación ante el organismo que regula el mercado de valores y convocar a sus respectivas juntas de accionistas para que aprueben la fusión.
Esta convocatoria está prevista para noviembre, por lo que las empresas operarán como una sola compañía antes de finales de año. El último escollo que aún tiene que superar la fusión es el acuerdo que está negociando British Airways para enjugar el déficit del fondo de pensiones de sus trabajadores, que se eleva a 3.700 millones de libras (4.080 millones de euros).
El asunto, sin embargo, parece encauzado tras el pacto al que ha llegado British con sus empleados y que supone mantener las aportaciones de la aerolínea británica al fondo.
Esta decisión aún tiene que ser aprobada por los gestores del fondo y el regulador (la fecha límite es junio). Por último, Iberia tiene que dar su visto bueno al texto final, ya que se reserva el derecho a suspender todo si considera que daña el interés de sus accionistas.
El vuelo hacia la fusión tiene dos nuevos pasajeros que se han subido al accionariado de British. Las gestoras TT International y Janus Capital han declarado respectivamente la compra de un 5% del capital de la británica, participación valorada en 142 millones de libras (158 millones de euros).