Alas Uruguay no llega al Mundial
Teniendo en cuenta los procesos de certificación solicitados por Alas Uruguay, “difícilmente” la empresa formada por ex empleados de la clausurada Pluna llegue a tiempo para poder volar a Brasil cuando se dispute la Copa del Mundo, entre junio y julio, dijo el titular de la Dirección Nacional de Aviación Civil (Dinacia), brigadier Antonio Alarcón, al diario oriental La República.
La habilitación para que la empresa pueda operar, tanto en vuelos chárter como en frecuencias regulares, “depende de los pasos y procedimientos que lleve adelante la empresa”, indicó Alarcón.
Por su parte, Fernando Maurente, director general de Aviación Civil, informó que Alas Uruguay debe presentar dos requerimientos indispensables para iniciar el proceso de certificación: un contrato firmado de arrendamiento de aeronaves y una garantía económica, que hasta hace pocos días podía ser respaldada por el Fondo de Desarrollo (Fondes), que se había comprometido a brindar un préstamo de US$ 15 millones a la compañía.
La certificación técnica para una empresa nueva tarda unos 6 meses, e incluye también la operación de vuelos chárter.
Sin embargo, el préstamo de US$ 15 millones que el Fondes se había comprometido a otorgarle a Alas Uruguay no se hará realidad, ya que estaba basado en la utilización de cuatro de los siete aviones Bombardier que empleaba Pluna, según dijeron fuentes del Fondes al programa No Toquen Nada a principios de febrero.
Como Alas Uruguay desistió de adquirir esas aeronaves debido a que pasaron a integrar la masa concursal de la liquidación de Pluna, el acuerdo con el Fondes perdió efecto al modificarse las condiciones.
Carrera contra el reloj
Una vez que la empresa tenga asegurados los aviones que pretende utilizar comenzará el trámite en la Dinacia. La única opción para que Alas Uruguay pueda llegar a tiempo para el Mundial, es que el gobierno declare este proyecto de interés nacional, indicó La República.
Según el periódico, esta semana la empresa Alas Uruguay comenzará a funcionar en una oficina en el Aeropuerto de Carrasco, tras llegar a un acuerdo con la concesionaria Puertas del Sur.
Allí trabajarán “una veintena de técnicos, contratados con la tarea de permitir el arriendo de tres aeronaves, y el equipo gerencial de la aerolínea (que) tendrá su base de operaciones en la propia terminal aérea”.
Hasta ahora, Alas Uruguay sólo ha obtenido financiamiento del Estado mediante un préstamo no reembolsable de US$ 230.000 a través del Fondo de Asistencia Técnica No Reembolsable (Fondat).
Como la compañía no tendrá garantía estatal para el arriendo de tres o cuatro aviones –busca Boeing 737- tendrá que pagar por adelantado el equivalente al alquiler de los primeros cuatro meses: se estima que los precios van entre los US$ 60.000 y US$ 100.000 mensuales por aeronave.
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