La XXXVII edición de la feria literaria de Buenos Aires, una de las más importantes del mundo hispano, registró así un incremento de visitantes del 4 por ciento en relación a 2010, además de un aumento del diez por ciento en las ventas.
"La mayor concurrencia se debió a que la feria empezó en Semana Santa, lo que trajo más afluencia de personas. Y además, ya estaba instalada en la opinión pública dos meses antes de abrir sus puertas por la polémica que desató la visita de Vargas Llosa", señaló a Efe Carlos Pazos, portavoz de la fundación El Libro, organizadora de la exposición.
La controversia se desató por un pedido de intelectuales cercanos al Gobierno de Cristina Fernández para que el escritor peruano, que ha criticado la gestión de la mandataria argentina, no participara en la feria.
Fernández, no obstante, pidió a sus funcionarios frenar la polémica, aunque el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, insistió en sus críticas al autor, de quien dijo sentir "vergüenza ajena" y le acusó de decir "estupideces" sobre la realidad política local.
En su convocante disertación en la feria, el premio Nobel de Literatura criticó a los "inquisidores y comisarios" que mutilan la libertad de expresión que exige la creación literaria y agradeció a la mandataria argentina su intervención.
Los libros de perfil político también fueron protagonistas de la muestra, con una presencia y demanda dominante en vista de las campañas para las elecciones presidenciales de octubre próximo.
Entre los libros de mayor venta estuvieron "Economía 3d", del exministro de Economía Martín Lousteau; "Zonceras argentinas y otras yerbas", del jefe de Gabinete Aníbal Fernández, y "El flaco", del filósofo José Pablo Feinmann, basado en "diálogos irreverentes" con el fallecido expresidente Néstor Kirchner.
Por su parte, la facturación de la feria por venta de libros aumentó este año entre un 30 y 40 por ciento, en comparación a las cifras del año pasado, señaló Pazos.
El incremento en el monto vendido puede deberse a la suba en los precios de las obras, aunque hay textos que no aumentaron porque ya pasó su momento de mayor promoción, explicó.
Además de Vargas Llosa, varios otros escritores extranjeros desfilaron por la feria literaria inaugurada el pasado 20 de abril, que ocupó este año una superficie récord de 45.000 metros cuadrados.
Entre las visitas destacadas estuvieron la del chileno Jorge Edwards, Premio Cervantes 1999, la de los españoles Rosa Montero y Antonio Muñoz Molina y la del "best-seller" zambio Wilbur Smith, entre otras.
La feria acogió, además, homenajes a los fallecidos escritores argentinos María Elena Walsh (1930-2011), David Viñas (1927-2011) y Ernesto Sábato, quien murió el pasado 30 de abril a los 99 años en su casa de la localidad bonaerense de Santos Lugares.
Esta edición también incluyó un salón de lectura digital, donde la gente experimentó cómo es leer libros en dispositivos electrónicos como tabletas y teléfonos inteligentes.
"La feria fue relativamente ordenada, se desarrolló absolutamente en paz, sin ningún tipo de desborde pese a lo que decían algunos agoreros, y los visitantes mostraron mucho entusiasmo. Ya no alcanzan las once salas dispuestas para actos culturales, que este año llegaron a alrededor de 1.570", destacó Pazos.