Fue en esa oportunidad en que se llevó a cabo en Torremolinos, España, la tercera reunión de la asamblea general del mencionado organismo.
Debemos recordar que los viajes no existían, sino que se trataba de aventuras para muy pocos, pero surgieron hombres como Marco Polo, Julio Verne, el capitán Cook, quienes, enfrentando lo desconocido o escribiendo sobre él, fueron abriendo nuevas rutas y así lugares remotos se transformaron en verdaderos centros receptores del turismo.
Y así, a través del tiempo, se fue afianzando en el mundo un gran interés por descubrir, como lo hicieron aquellos intrépidos en su momento, lugares y atractivos no conocidos aún.
Ya en 1981 Lew Price, por entonces director del departamento de Turismo del condado de Dade, en la Florida norteamericana, afirmaba que "aunque muchas personas no lo saben, el turismo es el segundo negocio más productivo, después del petróleo". Y en la actualidad, aquellas reflexiones tienen plena vigencia.
Con su efecto multiplicador, como actividad multisectorial, el turismo permite la generación de empleo, tanto en el propio sector como en otras áreas de la economía, y la consolidación de inversiones públicas y privadas, constituyendo también beneficios cuantificables muy significativos.
En 1987, durante una visita a la Argentina de Willibald P. Pahr, por entonces secretario general de la OMT, asistí a una exposición en la que, entre otros conceptos, señaló que "nadie duda de la importancia económica del turismo, pero sería un error considerar aisladamente este aspecto, porque el turismo es mucho más que una actividad económica. En efecto, el turismo representa una contribución al desarrollo social y cultural y promueve la comprensión entre las naciones". Añadió que, tal como la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó en 1968, el turismo es "pasaporte para la paz".
El secretario general del máximo organismo internacional del turismo (la OMT), Francesco Frangialli, manifestó, el año último, que "el turismo promueve el diálogo entre los pueblos y los Estados, hace que se conozcan mejor y les ayuda a reconocer la importancia de valorar y respetar sus diferencias".
Es indudable que el turismo es uno de los sectores que más colaboran al entendimiento y los viajes transfronterizos suelen ser un primer elemento de refuerzo de los acuerdos de paz en el mundo.
Cabe señalar que uno de los objetivos fundamentales de la OMT es la promoción y el desarrollo del turismo con miras a contribuir al desarrollo económico, la comprensión internacional y la paz. Y así es cómo dicho organismo ha participado en forma activa en proyectos turísticos destinados a impulsar la paz en Oriente Medio, la península de Corea, Africa y otros lugares del mundo.
Las personas que viajan por turismo enriquecen su vida con nuevas experiencias, disfrutan, aprenden a respetar otras culturas, hacen amistades y contribuyen a la cooperación internacional y a la paz mundial.
La importancia económica del turismo se evidencia cada año en las cifras, que, en movimiento de personas y en divisas, reflejan esa realidad.
Justamente, entre los beneficios más conocidos del turismo figuran los ingresos en divisas y el aumento de recaudación impositiva del Estado.
Pero no son los únicos beneficios, porque hay otros efectos positivos, como el desarrollo regional (especialmente importante en países con extensas zonas interiores infrautilizadas) y la creación de empleo; particularmente, entre los jóvenes.
Las administraciones nacionales del turismo tienen un importante papel que desempeñar difundiendo informaciones sobre las atracciones turísticas y las posibilidades de inversiones en ese sector. Una responsabilidad similar tienen los organismos regionales, provinciales y municipales con injerencia en esa actividad.
Hay otras responsabilidades que tiene la actividad, como lo son el mantenimiento de un sistema de clasificación del alojamiento turístico a nivel internacional, la protección y asistencia jurídica a los turistas, la uniformidad de la simbología turística, la coordinación entre los sectores oficiales y privados, a los efectos de una adecuada promoción de los recursos turísticos, entre otras.
En lo referido al transporte, el mismo ha sido indispensable para el desarrollo del turismo; particularmente, el aéreo, como la creciente modernización de los aeropuertos.
Esto ha permitido darles una adecuada comodidad y agilidad, como así también seguridad a los pasajeros.
No podemos dudar de la importancia económica del turismo, pero es mucho más que eso: Representa una contribución al desarrollo social y cultural y promueve la comprensión entre las naciones.